¿Quién era Kyliam Mbappé? El madridismo empieza a pasar de su gran sueño

El Real Madrid camina firme en la Liga apoyado por sus buenos resultados. Las dos últimas remontadas (especialmente polémica la de Almería, mucho más futbolística la de Las Palmas) dejan claro que los de Ancelotti se mantienen como equipo firme en su deseo de ganar el título y, de paso, de convertirse en uno de los equipos más fuertes de Europa. Un triunfo, el del Estadio Gran Canaria, que se produjo sin la presencia de Bellingham (sancionado) y con la figura destacada de Vinicius, que está sabiendo maridar a la perfección su rol de jugador importante junto al inglés. La dupla de ambos, lejos de batallas de egos, está maridando como alternativa excelente a la ausencia de un ‘9’ (ya nadie se acuerda de Benzema) y, sobre todo, como modelo deportivo más allá de Kylian Mbappé.

En la capital de España el futuro del francés empieza a provocar sustantivos de distancia. Hastío, hartazgo o aburrimiento son algunos de los más destacados. También indiferencia. Porque si hace un año la posibilidad de que saliera en verano fue objeto de un culebrón casi bíblico, ahora esta opción que debería reactivarse por acabar contrato a final de temporada se ha transformado en apenas un rumor lejano. Sí, se oye de lejos, pero no se escucha atentamente. Mbappé ya no parece una prioridad, ni para el club, ni para sus aficionados.

Títulos sin Mbappé

Lógico, si se tiene en cuenta que la trayectoria merengue desde que se abrió hace ya años la opción de que volviera ha sido impoluta. Desde el doblete Liga-Champions de 2022, pasando por la trayectoria actual, que hace a los merengues favoritos a ganar LaLiga en las apuestas de fútbol de Betfair (probabilidad implícita del 88%) y favorito destacado a ganar la Champions (es el tercer candidato con una probabilidad implícita del 15%).

El Real Madrid rinde muy bien sin Mbappé e incluso hay voces que se preguntan si lo haría al mismo nivel de llegar el francés, por aquello de buscarle hueco (su posición favorita es la que ahora ocupa Vinicius) y compaginar su ya demostrado ego gigante (que le pregunten a Pochettino o Galtier).

Equilibrios de vestuario

Además, ocurre que la cuota de ‘galácticos’ que suele funcionar bien en el Real Madrid empieza a contar con una nómina llena en la que la llegada del francés podría generar inestabilidades. Bellingham y Vinicius maridan a la perfección. No se conocen roces entre ellos y, para colmo, en el caso del primero, su imagen impoluta de tipo educado y cordial encaja con un rendimiento excelso que incluso hace que Ancelotti lo compare con Zidane sin que nadie se ruborice.

Una ecuación de talento en la que emergen otras estrellas sin voces altisonantes: Rodrygo, Brahim, Joselu, Tchouameni, Valverde, Kroos o Modric son todos jugadores de perfil alto, pero conflicto bajo. En el Bernabéu preocupa que una posible llegada de Mbappé altere todo ese ecosistema no sólo porque sus emolumentos pudieran ser más elevados que el resto de vestuario, sino por los focos que reclamaría el francés y que nadie ahora pide en el Bernabéu.

Ya hay un ‘9’ de futuro

A ello hay que sumar que, desde la perspectiva meramente deportiva, el Real Madrid y el fichaje de Endrick, confirmado ya para la próxima temporada, debería aplacar la demanda de usar un ‘9’ que reemplace el espacio que había dejado Benzema y juegue con regularidad.

Sí, el joven brasileño apenas cumplirá los 18 años en verano y seguramente necesitará de recorrido para dar su mejor versión, pero no menos cierto es que, para conseguirlo, no le vendría bien la presencia de una estrella que pudiera ocupar su espacio y discutirle los minutos. Algo parecido a lo que ocurrió con el mismo Vinicius, al que la insistencia y la continuidad en las oportunidades acabó confirmando como el jugador de enorme talento que es ahora, aunque en sus primeras temporadas estuviera lejos de su versión actual.