Inglaterra, ‘amenazada’ por un viejo deseado del Real Madrid

Dusan Vlahovic parece haber renacido en una Juventus que lo necesita para recuperar su preponderancia en Italia y también en competiciones europeas.

Dusan Vlahovic recupera su mejor versión

Dusan Vlahovic recupera su mejor versión / EFE

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La ejecución fue perfecta. Plástica y explosiva. Ligera y a la vez rotunda. Un golazo. Lo marcó de falta Dusan Vlahovic, delantero de la Juventus (Serbia, 23 años), ante el Sassuolo. Era el segundo de los dos goles que el ‘9’ bianconero hizo para encarrilar el partido, que acabó 3-0. El primero también fue un ‘chicharro’ espectacular, un zapatazo desde fuera del área que se coló en el palo largo del portero. Pero el segundo de su doblete tuvo algo de especial que se hizo viral en el planeta fútbol gracias a una toma trasera grabada por un espectador. En esta imagen grabada con el móvil se aprecia un movimiento que en la toma de televisión no se ve, un giro anómalo de la pelota en pleno recorrido hacia la meta que acaba con la bola cayendo a plomo rumbo a la escuadra. Brutal.

Vlahovic ha vuelto. Con estos dos goles el talentoso ariete suma ya nueve dianas en este curso en el que se le esperaba ver de vuelta en su mejor versión, aquella que hizo que la Juve lo fichara en enero de 2022 por unos 80 millones de euros. Un dispendio en pleno mercado invernal. Aquel curso lo cerró con 29 dianas entre las 20 que había hecho con la Fiorentina hasta mitad de curso y las nueve restantes de la Juve.

Un curso después, el primero al completo en la ‘Vecchia Signora’, sus 14 goles supieron a insuficiente. Por eso se esperaba que esta temporada actual fuera la de su retorno, algo que parece haber encarrilado con este doblete que, además, metía a la Juve en la lucha por el título. En las apuestas de Betfair por ahora los del Piamonte caminan detrás del Inter, con una probabilidad implícita de llevarse el Scudetto del 23,8%.

Inglaterra, muy pendiente

En Inglaterra viven muy pendientes de lo que haga Vlahovic por un doble motivo. El primero, el del mercado de fichajes, que siempre ha tenido a este delantero balcánico como protagonista de las últimas ventanas. Ya cuando la Juve lo fichó varios equipos de la Premier preguntaron por él, con el Chelsea siempre como (parecía) destino más probable. En el último verano aquellos cantos de sirena fueron menores, pero no cesaron, mientras el PSG era el que más interés puso en él hasta que sus hinchas más radicales le amenazaron y aquello enfrío el interés.

Inglaterra también permanece atento a Vlahovic porque, en la próxima Eurocopa, y si las lesiones no lo impiden, será rival de la selección británica junto con Eslovenia y Dinamarca. Un grupo apretado que tiene, a priori, a los ‘Pross’ como favoritos a ser primeros de grupo y el resto con serias opciones de pasar a octavos. Manda la igualdad, pero Serbia quiere dar un paso al frente y lograr algo más en el primer campeonato europeo al que acceden desde la Euro de 2000, cuando lo hicieron todavía bajo la bandera de Yugoslavia. Los goles de Vlahovic, en este escenario, podrían suponer una amenaza para Bellingham y el resto de sus compañeros.

Aquel coqueteo con el Real Madrid

También en Madrid se ha seguido de cerca la evolución de Vlahovic, un ‘9’ que se vinculó al Real Madrid precisamente cuando eclosionó con la Fiorentina, pero que en verdad no terminó de tener ninguna opción seria de convertirse en compañero de Benzema, Vinicius y compañía. Ahora el escenario es diferente. Sin Karim, el club tiene vacante la posición de ‘9’. Está por ver qué pasa con Mbappé y qué rol se le da a Endrick, pero no sería descabellado que el nombre de Vlahovic volviera a surgir dependiendo de cuál sea la evolución de su rendimiento y su estado físico.

Problemas de pubalgia lo lastraron durante la temporada pasada y siempre han dejado un rastro de duda sobre la capacidad que tendrá el joven jugador en mantener el rendimiento que prometía en sus mejores tiempos con la Fiore. Ahora este renacer goleador invita a pensar que podría haber dejado atrás sus molestias para ser, de nuevo, el referente que todos esperaban.