Gvardiol, el enésimo milagro de la factoría RB, revoluciona el mercado y apunta al Real Madrid

En Betfair, el famoso central croata por su máscara en la cara y su gran despliegue en Qatar, genera muchas probabilidad de ir a un grande de Europa.

El Real Madrid es el club mejor posicionado para hacerse con sus servicios con el Chelsea como el rival más importante para fichar al defensa del RB Leipzig.

Croacia - Marruecos | El gol de Gvardiol

Croacia - Marruecos | El gol de Gvardiol

Betfair

Aunque fue víctima del inagotable talento de Leo Messi en la semifinal del Mundial que midió a las selecciones de Croacia y Argentina, Joško Gvardiol logró sacar un extraordinario partido al Mundial de Catar. El balcánico, de apenas 20 años, ejerció de líder defensivo del combinado que dirige Zlatko Dalic y regresó a Europa con la vitola de ser uno de los zagueros con mayor porvenir del panorama continental. Según los pronósticos de Betfair, este aspecto ha generado una tendencia importante sobre su futuro y es el Real Madrid el club mejor posicionado para hacerse con sus servicios.

Los blancos cuentan ya con varios centrales de la talla de Éder Militao, Antonio Rüdiger o David Alaba, pero no descartan lanzar sus redes sobre un jugador que permitiría rotar con mayores garantías y que, además, puede desenvolverse con soltura por el costado izquierdo. El posible desplazamiento de Alaba al lateral izquierdo dejaría un hueco importante en el eje de la zaga y que Gvardiol fiche por el conjunto blanco antes del 3 de febrero de 2023 se paga a 3.5€ por euro apostado. Genera el mayor índice de probabilidad entre todos los clubes de la lista de futuribles.

Según los pronósticos de Betfair, la batalla de los blancos está mano a mano con el Chelsea. Los blues quieren reforzar mucho su plantilla después de un verano complicado tras la marcha de Abramovich por la guerra en Ucrania. Los nuevos dueños se fijan en este próximo mercado de invierno como punto de inflexión clave. Que Gvardiol fiche por el Chelsea se paga a 4€ por euro apostado y se instala como segundo club mejor posicionado para hacerse con los servicios de la joven estrella croata.

Parecidos razonables

Apodado el pequeño Pep, por la similitud de su apellido con el del entrenador catalán del Manchester City, hay quien dice que Gvardiol juega con traje, por su visión de juego y la precisión de su zurda. Otros ven en él el liderazgo del mito del baloncesto croata Drazen Petrovic, por su forma de ordenar al equipo y su competitividad. Y es inevitable fijarse en su imponente físico. Por si le faltaba algo, la máscara con la que jugó en el Mundial aún da más fiereza a su aspecto.

El 9 de noviembre se fracturó la nariz al chocar con su compañero Orban. La cara se le hinchó y el ojo se le amorató. “Parece un boxeador después del asalto 12”, definió Rose, su técnico en el Leipzig. Pero por nada se iba a perder la gran cita. A los tres días ya jugaba con la protección. Pero hay gestos que le delatan y que dejan a la vista su juventud. Tras meterse en semifinales en su primer Mundial, Gvardiol se quitó la máscara y se acercó a la grada a saludar a una mujer. Ambos se abrazaron y el jugador no pudo reprimir alguna lágrima. Era su madre. Y él, fuera del campo, se comportó como el hijo de 20 años que es.

“Alguien debería estar en prisión”

Desde los siete años juega a fútbol. “Si a los 20 años no es internacional, alguien debería estar en prisión”, dijo su entrenador en la cantera del Dinamo de Zagreb, Dalibor Poldrugac, que fue el primero en situarlo en el eje de la zaga. No se equivocó. Con 19 ya jugó la Eurocopa, aunque lo hizo como lateral izquierdo, dada su polivalencia (Perdió 3-5 contra España en octavos). Ahora ya luce galones. Y en la Champions le marcó un gol al Madrid.

La factoría RB, llena de recursos

Gvardiol aterrizó en el RB Lepizig en el verano de 2021 siendo indiscutible desde el primer día en una entidad que no para de reclutar talento en la última década. La marca de bebida energética que sostiene al club (también en Salzburgo o Nueva York) está más que viva en el mundo del fútbol. Han pasado 15 años desde que Dietrich Mateschitz, dueño de la corporación, metiera la cabeza en este deporte y hoy en día es una de las potencias mundiales que miran con mayor optimismo hacia el futuro tanto en lo económico como en lo deportivo. Pero, ¿cómo ha conseguido la firma de la bebida energizante llegar hasta lo más alto?

La historia arranca en 2005 cuando Mateschitz, que era reacio a invertir en deportes 'tradicionales' (en cambio lo hizo en Fórmula 1, freestyle, acrobacias aéreas, breakdance...), descubrió de la mano de su amigo Franz Beckenbauer el potencial a nivel negocios que tenía el fútbol. Y no tardó en meter la cabeza sembrando el precedente que seguiría con sus compras posteriores. Gvardiol es un producto más del éxito de gestión del RB Leipzig en particular y de la entidad que lo sostiene en general. Difícil tendrán retener a su nueva joya.