El fenómeno televisivo de la temporada que aspira a entrenador del año en LaLiga

Miguel Ángel Sánchez Muñoz son nombres y apellidos de cierta normalidad a la española. Podrían ser alguien cualquiera. Un vecino mismo de Vallecas, obrero y currante. Bingo. Así se llama Míchel, entrenador del Girona y una de las sensaciones del inicio de curso en LaLiga, ex futbolista amamantado en el Rayo y héroe como técnico en Vallecas que, cuando aún calzaba las botas, no le importó bajar a Segunda B para rescatar a los suyos. Y todo marinado con altas gotas de fútbol técnico que, ya con la pizarra en la mano, intenta contagiar a los suyos. Cualquier excusa es buena. Incluso los parones para los refrescos, que lo están convirtiendo en figura mediática y algo más.

Es una de las novedades de LaLiga en esta temporada 2023-2024. Durante las pausas estivales para la hidratación (‘cooling break’ en inglés), las cámaras se pueden acercar a los corrillos de los equipos para, centrándose en uno en cada parte, poner una pértiga de sonido y poder escuchar las instrucciones del técnico en cuestión a sus jugadores.

“Amago como en la calle”

Las de Míchel son todo un espectáculo. Lo son porque siempre repite la palabra “vertical” como mantra que inyecta a su Girona, un equipo humilde, el halo de equipo valiente. Atrevido. Una escuadra que siempre piensa en la portería rival más que en la propia. Pero es que las indicaciones del técnico madrileño son siempre didácticas y nutritivas.

“Dos toques mínimo por jugador. Amagar, amagar, amagar… jugad como en la calle. Amago y me la quedo. Vamos a tener personalidad”, les gritaba recientemente en el Sánchez Pizjuán, al tiempo que descubría que así era la mejor manera para deshacerse de la presión alta que ejercía el Sevilla. Una lección de fútbol en apenas un minuto. Caramelo para el paladar de los más futboleros.

Sueños de Europa

Pero Míchel lo está rompiendo en el Girona no sólo estas charlas, sino por mostrar en ellas lo que luego es su equipo. En lo que llevamos de curso, en las tres primeras jornadas, se ha situado en tercera posición entre Real Madrid, Atlético y FC Barcelona. Por ahora, una anécdota. No lo es que su equipo el curso pasado acabara décimo con sueños de Conference League. Acabó a cuatro puntos del octavo puesto que fue para Osasuna.

Una gesta si se tiene en cuenta que era un recién ascendido y que, por mucho que pertenezca al City Group, matriz del Manchester City, no es que su plantilla fuera un dechado de estrellas. Para la actual campaña el club vende con la boca pequeña que el objetivo es la salvación. Los pronósticos de Betfair la dan por clara. Cotiza a 15€ por euro apostado el descenso. Esto es, una alta improbabilidad. Y sí, siendo la primera roca con la que Míchel quiere cimentar su proyecto año tras año, lo cierto es que los catalanes aspiran a la zona media de la tabla y, quién sabe, soñar con Europa.

Perfil muy ofensivo

Al menos pelear como sucedió la temporada pasada por estar ahí arriba. Por ahora, los mimbres mostrados dan señales de que no es una quimera. En eficacia, por ejemplo, no hay equipo con más tino que el Girona: un 35,29% que supera al Atlético (34,48%) o al Athletic (28,57%). Buena culpa de ello la tiene un Stuani que sigue compitiendo en una primavera eterna pese a sus 36 años.

La opción de que se pueda marchar a Arabia Saudí preocupa en Montilivi (el mercado allí cierra el 20 de septiembre), pero no debería afectar la filosofía de un equipo que ama la posesión con fines ofensivos. En este inicio de curso tiene una media de posesión del 55%, pero siempre con afán vertical. De los 377 pases que han dado de media, el 32% han sido en campo contrario con, por cierto, un acierto del 66%. Valor alto para un equipo llamado a ser de la zona media baja de la tabla.

Un futuro… ¿lejos de Girona?

De hecho, con el Girona suma ya 93 partidos con una media de (entre Segunda y Primera), 1,54 puntos por partido. Con contrato hasta 2026, su futuro inmediato pasa por el Girona, pero no es descartable que pronto otros proyectos llamen a su puerta. Su fútbol casa mucho con el modelo Premier, competición que gusta del técnico español y que tiene en la salida de Iraola, un movimiento parecido. Pero mientras, va a ser LaLiga la que disfrute de un entrenador diferente que apunta a cotas mayores.