¿Qué tiene Rüdiger que tanto seduce al Real Madrid?

El alemán es uno de los mejores centrales del mundo y su contrato se termina el próximo 30 de junio. En el Bernabéu suspiran por sus servicios.

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Antonio Rüdiger ha pasado en un año de ser uno de los jugadores descartados por Frank Lampard a convertirse en uno de los centrales más deseados del mundo. No sería atrevido colocarle en un top tres actual, visto el rendimiento del alemán con el campeón de Europa.

El problema para el Chelsea es que este activo les puede durar poco. Rüdiger termina contrato con los 'Blues' el próximo 30 de junio y podrá comenzar a negociar con equipos de fuera de las islas británicas el 1 de enero, es decir, en apenas 15 días. ¿Y cómo se ha llegado a esta situación? Pues, como decimos, Rüdiger apenas contaba con minutos la temporada pasada a estas alturas, por lo que el Chelsea entendió que no necesitaba renovar al jugador.

Sin embargo, ha ido ganando en importancia, hasta convertirse en uno de los mejores del equipo. Esto ha hecho que quiera sentir que se le valora como tal y ha pedido un salario acorde a los mejores de la plantilla. El Chelsea no está dispuesto a pagárselo. Al menos no de momento. Y es ahí donde aparecen clubes como el Real Madrid y el Bayern de Múnich, dos de sus grandes pretendientes en la ventana de fichajes.

Para el Real Madrid sería un negocio redondo. Se haría gratis en verano con un central de 29 años, poderoso en el juego aéreo, corpulento, con experiencia en la Premier y en la Champions y con mucha llegada arriba. Sus números este año en ataque son muy buenos para un defensa. Dos goles y cuatro asistencias, pero es que la semana pasada contra el Leeds United él fue el encargado de forzar los dos penaltis que convirtió Jorginho.

Rüdiger es otro de los chollos del mercado y habrá muchos equipos que, sabiendo que se ahorran el coste del fichaje, tratarán de hacerse con los servicios del alemán. A este solo le queda elegir la opción más golosa y es que parece que tanto Madrid como Bayern están dispuestos a llegar a sus pretensiones económicas, que irían más allá de los 10 millones por temporada.