El regreso de Michael Jordan para humillar a un novato de la NBA

El mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos retornó de su segunda retirada para ganar en un uno contra uno a una promesa de los Chicago Bulls

El regreso de Michael Jordan para humillar a un novato de la NBA

El regreso de Michael Jordan para humillar a un novato de la NBA / SPORT

Betfair

Betfair

Si por algo se ha caracterizado Michael Jordan a lo largo de su vida ha sido por su competitividad. El '23' nunca ha aceptado que nadie le diga que algo no lo puede conseguir, sirviendo esto como combustible para alcanzar cotas imposibles para cualquier ser humano.

Jordan continúa siendo el símbolo de los Chicago Bulls 25 años después de su marcha. El escolta se retiró por segunda vez en junio de 1998 tras conseguir su sexto anillo de campeón con una icónica canasta frente a los Utah Jazz. Después de aquello, se marchó de vacaciones sin billete de regreso, hasta que un chico llamado Corey Benjamin logró que volviese a vestirse de corto.

Una historia de hace más de 2 décadas

El susodicho estuvo meses diciendo en el vestuario de los Bulls que habría ganado sin despeinarse a Jordan en un uno contra uno, entre otras lindeces. Muchos amigos del '23', que aún trabajaban para la franquicia, advirtieron al jugador de lo que este novato (que venía de promediar 19,8 puntos y 5 rebotes en la Universidad de Oregon) iba farfullando por ahí.

Lo cierto es que a Benjamin, al igual que los Bulls, la resaca de la salida de Jordan no le estaba viniendo nada bien en lo deportivo. El equipo terminó la temporada del lock-out con un balance de 13 victorias y 37 derrotas, siendo el último equipo de la Conferencia Este y recibiendo enormes críticas.

Uno de los que más duras se las llevó fue un Benjamin que no cumplió con las expectativas en un equipo tan limitado, promediando apenas 10 minutos en su año de novato y apenas cuatro puntos por partido.

Randy Brown -ganador de tres anillos con Jordan y que estuvo en los Bulls hasta el año 2000- fue el que logró invocar a Jordan tras hartarse de oír la palabrería del novato. "Hizo bien en retirarse antes de que yo llegase al equipo", dijo.

La superioridad de Jordan

MJ apareció en el edificio con pantalón largo, camiseta Nike blanca impoluta sin mangas, café en la mano y buscando al tipo que decía que le ganaría en un uno contra uno. Benjamin no tenía escapatoria e inmediatamente se puso manos a la obra para vivir una experiencia que todo el mundo pagaría por tenerla.

Jordan no se anduvo con contemplaciones -poniéndose 8-3 en el marcador- y empezó a pitorrearse de su rivalm diciéndole por dónde iba a ir en el siguiente movimiento.

El '23', una vez que tenía a su presa entregada, le empezó a espetar en varias ocasiones "mira a tu alrededor", recordándole que estaba rodeado por los seis anillos que había ganado y su camiseta retirada con su número.

El mejor jugador de la historia terminó barriendo a su rival y le dejó tirado en el suelo en la última jugada ante la risa de sus compañeros. "No me vuelvas a llamar del retiro para esto", sentenció un Jordan que salió de la cancha entre los vítores de los empleados de los Chicago Bulls.

Dos años más tarde, el último Michael Jordan se vestiría de corto una vez más con el uniforme de los Washington Wizards. Pese a no ser el de antaño, el bueno del '23' dejó múltiples jugadas para el recuerdo y una marca que todavía no se ha superado: ser el único que con 40 años ha conseguido anotar 40 puntos en un partido de la NBA.