Los ocho peores número 1 de la historia del Draft de la NBA

Obtener la primera elección del sorteo de jóvenes promesas de la NBA no siempre garantiza contar con una estrella

Los ocho peores número 1 de la historia del Draft de la NBA

Los ocho peores número 1 de la historia del Draft de la NBA / Betfair

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El número 1 del Draft de la NBA es lo que toda franquicia anhela conseguir en las semanas previas a que se celebre el sorteo de las jóvenes promesas que entrarán en la temporada siguiente en la mejor liga de baloncesto del mundo. Sobre el papel, es un privilegio obtener esa posición, pero ¿qué sucede cuando te equivocas?

En la NBA, una primera elección en el sorteo no garantiza ni mucho menos un acierto, existiendo una extensa lista de pufos que la competición ha registrado en sus más de 75 años de historia. Y eso que no vamos a entrar a valorar a aquellos que dejaron escapar a Michael Jordan hasta el tercer puesto del Draft de 1984:

1) Anthony Bennett (Cleveland, 2013)

151 partidos en su carrera en la NBA con un promedio de 12,6 minutos por partido. En su caso no se puede decir que tuviese mala suerte con las lesiones, sino que fue un gazapo histórico de unos Cleveland Cavaliers que nadie sabe todavía lo que vieron en este alero.

4,4 puntos y 3,1 rebotes en su carrera en una competición en la que nadie le quiso dar un contrato con 24 años.

2) Kwame Brown (Washington, 2001)

Duró 12 años en la NBA y vivió de 'agita toallas' de Michael Jordan, Kobe Bryant o Stephen Curry y los gafó a todos porque ninguno ganó un anillo con él a bordo. Pocos pueden igualar la trayectoria de este pívot, que promedió 6,6 puntos y 5,5 rebotes en los más de 600 partidos que disputó.

En su Draft salió gente como Pau Gasol, Tony Parker y hasta cinco All-Star más.

3) Michael Olowokandi (Minnesota, 1998)

El pívot nigeriano lo tenía para triunfar con sus 2,13m y 129 kilos. Decían que era el nuevo Hakeem Olajuwon, pero se quedó a años luz del bicampeón de la NBA.

8,3 puntos y 6,8 rebotes en 500 partidos en la NBA para un jugador que escogieron antes que a Vince Carter, Dirk Nowitzki, Paul Pierce y hasta Jason 'Chocolate Blanco' Williams.

4) Andrea Bargnani (Toronto, 2006)

El peor número 1 defensivo de la historia. Con 2,13m de estatura apenas promedió en su carrera 4,6 rebotes en 28,7 minutos por partido. Vale que anotó bastante con 14,3 puntos de promedio, pero los entrenadores no le querían ni regalado por todo lo que concedía atrás.

Salió antes que All-Star como LaMarcus Aldridge, Brandon Roy, Rajon Rondo o Kyle Lowry.

5) Pervis Ellison (Sacramento, 1989)

Este pívot era de porcelana. En sus 11 años como profesional únicamente en una temporada logró pasar de los 70 partidos. En la temporada 1991/92, fue nombrado Jugador más mejorado de la NBA tras promediar 20 puntos, 11,2 rebotes y 2,7 tapones.

A partir de ahí, un declive más pronunciado que el Angliru, culminando su carrera deportiva con 9,5 puntos y 6,7 rebotes tras casi 500 partidos en la NBA.

6) Art Heyman (New York, 1963)

Los Knicks se pegaron uno de los mayores tortazos de su historia dejando escapar a Nate Thurmond, quien acabó en el Hall of Fame y en la lista de los 50 mejores jugadores de la historia de la liga. Heyman duró tres años en la Gran Manzana antes de irse a la ABA y acabar allí su carrera deportiva con 28 años.

El jugador fue un 'one season wonder' consiguiendo en su año de debut 15,4 puntos por partido. Después, nunca volvería a pasar de los 6 puntos.

7) Kent Benson (Milwaukee, 1977)

Venía de ser campeón de la NCAA y muchos creían que este pívot era una suerte de rival para el entonces intocable Kareem Abdul-Jabbar. En su partido de estreno en la NBA, se topó con el inventor del Sky Hook, dándole un codazo en el estómago en una de las primeras acciones.

Jabbar respondió con un puñetazo que le rompió la mandíbula. 9,1 puntos y 5,6 rebotes promedió en una carrera marcada por su primer partido como profesional.

8) Greg Oden (Portland, 2007)

Este pívot tuvo un tormento con las lesiones, disputando en toda su carrera en la NBA un total de 105 partidos. Promedió 8 puntos y 6,2 rebotes en 19,3 minutos por partido. Los números no son malos, pero sí lo fueron sus problemas de rodilla, que le dejaron sin jugar ni un minuto en cuatro de sus siete temporadas en la NBA.

Si eso le sumas que Portland le eligió antes que a Kevin Durant, Al Horford o Mike Conley la cosa se agrava.