Mac McClung y Brent Barry, los únicos jugadores blancos en ganar un concurso de mates de la NBA

Mac McClung salió triunfal del concurso de mates de la NBA en Salt Lake City. El base rompió todos los pronósticos con una actuación increíble.

Mac McClung y Brent Barry, los únicos jugadores blancos en ganar un concurso de mates de la NBA

Mac McClung y Brent Barry, los únicos jugadores blancos en ganar un concurso de mates de la NBA / SPORT

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La NBA quedó impactada ante el tremendo concurso de mates que protagonizó Mac McClung y que salvó una competición bastante 'descafeinada' por lo previsible del evento en el All-Star. El actual jugador de los Sixers, que fue la temporada pasada Novato del año en la Liga de Desarrollo, deslumbró por su tremenda capacidad de salto vertical con apenas 1.88 de estatura.

Mac McClung se impuso a otros jugadores de la NBA más experimentados ganándose el favor del público con su exuberancia física. El joven de 24 años se convirtió en el jugador con menos partidos disputados en la NBA en ganar el concurso de mates -apenas suma dos- y en el primero de raza blanca en ganarlo en 27 años sucediendo a Brent Barry en esta categoría.

En 1996, el escolta ganó un concurso que llevaba años de capa caída tras los increíbles duelos vividos entre Michael Jordan y Dominique Wilkins en los 80. El hijo del Hall of Famer y campeón de la NBA Rick Barry sorprendió a todo el mundo imponiéndose en su momento a otros especialistas más consumados como Michael Finley o Jerry Stackhouse.

El jugador de 2.01 metros no quería participar en el evento por miedo a que se rieran de él. Sus compañeros en los Clippers, uno de los peores de la NBA en ese entonces, le convencieron de hacerlo viendo sus habilidades en los entrenamientos. En aquel entonces, los jugadores blancos estaban más relacionados con los concursos de triples que de mates.

Barry se impuso realizando un mate saltando desde la línea de tiros libres cogiendo el balón con una sola mano y machacando con violencia. Este tipo de volcadas ya se la habíamos visto a Julius Erving o Michael Jordan, pero Barry introdujo un elemento más de dificultad al hacer todo el concurso con una pesada chaqueta-sudadera de los Clippers.

Este elemento sorprendió a un jurado que no dudó en darle la nota más alta de un concurso que había pasado por días mejores, como demuestra que la nota más alta que se dio en el certamen fue el 49 final a Barry. El jugador tendría una posteriormente una buena carrera en la competición como sexto hombre en los San Antonio Spurs, siendo campeón en dos ocasiones.

Otros blancos que no pudieron

Tom Chambers fue el pionero en esta suerte de 'matadores blancos' en los concursos de la NBA, apareciendo por primera vez en 1987. El jugador de los Seattle Supersonics hizo una enorme participación, pero encontró de bruces con el nivelazo de la competición en aquella era y no pasó de primera ronda.

Tras el triunfo de Barry, hubo otros muchos que intentaron sin éxito destacar en un evento que recuperó el brillo con el increíble concurso de Vince Carter en el año 2000. Chris Andersen, alias 'El Pájaro', participó en 2004 y 2005 en los concursos siendo lo más destacado de su participación sus peinados estrafalarios llenos de gomina.

Rudy Fernández, después de su matazo sobre Dwight Howard en la final de los Juegos Olímpicos de 2008, se ganó su pase al concurso de mates no consiguiendo pasar de primera ronda en lo que se consideró un auténtico robo. El escolta de los Portland Trail Blazers hizo en colaboración de Pau Gasol uno de los mates más complicados de la década y que fue premiado por los jueces con un escaso '42' por no hacerlo a la primera.

Posteriormente, Mason Plumlee y Pat Connaughton fueron los siguientes en participar sin mucho éxito durante la pasada década. No en vano, el segundo se disfrazó como Woody Harrelson en la película 'Los blancos no la saben meter' para emular una escena en la que apuestan dinero si consigue hacer un mate. Ni por esas el alero consiguió acercarse al triunfo.

Ha tenido que ser Mac McClung, 27 años después y quizá en un concurso sin el máximo nivel, el que haya escrito una nueva página en la historia del concurso de mates. El jugador de los Sixers se ha convertido en una estrella sabiendo aprovechar una oportunidad única. Antes de este fin de semana era un jugador completamente anónimo.