La increíble vida de Steve Kerr, el entrenador mejor pagado de la NBA

El técnico de los Warriors cobrará 35 millones de dólares por las dos próximas temporadas al frente del equipo de San Francisco.

La increíble vida de Steve Kerr, el entrenador mejor pagado de la NBA

La increíble vida de Steve Kerr, el entrenador mejor pagado de la NBA / SPORT

Betfair

Betfair

Phil Jackson con 13 anillos, Bill Russell con 11, Sam Jones, K.C.Jones y Tom Heinsohn con 10 y ya nadie más. El mítico Red Auerbach está igualado a nueve anillos de campeón con el protagonista de nuestra historia.

Steve Kerr, con apenas 58 años, tiene un camino por delante para convertirse en el recordman de la competición más importante del baloncesto mundial. Por lo pronto acaba de batir un récord del que tampoco sacará mucho pecho.

Famoso por sorpresa

Cualquier hubiese apostado en contra de tipo que apenas alcanzaba los 1,90 de altura y los 80 kilos de peso, pero su historia es la de una persona que supo superar constantemente obstáculos hasta convertirse en la celebridad con mayor reputación de la NBA.

No en vano, si una hecatombe no lo impide, este verano en París también se convertirá en campeón olímpico comandando a la selección de Estados Unidos. Con el equipo de su país, como curiosidad, ya fue campeón del mundo en 1986 en un evento celebrado en España.

La carrera de Kerr proviene de una familia atípica que le tuvo viviendo entre Beirut -donde nació-, El Cairo, Túnez y Francia durante su niñez hasta que su familia se estableció en California. El actual técnico de los Warriors se enganchó al baloncesto jugando con sus cuatro hermanos en la canasta de detrás de su casa ingresando en la Universidad de Arizona en 1983.

Una tragedia

Meses antes de iniciar sus estudios universitarios, su padre Malcolm H. Kerr, era destinado a la Universidad Americana de Beirut (Líbano). El profesor tenía amplios conocimientos de aquel país que vivía tiempos muy crudos envuelto en una Guerra Civil donde los norteamericanos eran un objetivo más que preciado.

El 18 de enero de 1984, el progenitor fue disparado en la cabeza por dos hombres a la salida de su puesto en la universidad siendo asesinado automáticamente.

Aquello causó un enorme impacto en Steve y toda su familia no creyendo realmente lo que había sucedido. Su padre, con apenas 52 años, había sido tiroteado por unos radicales islamistas próximos al estado de Irán. Años después, los Kerr ganaron una demanda millonaria al gobierno de este país por aquellos sucesos, pero no había reparación posible para el base y su familia.

Steve siguió jugando en la Universidad de Arizona completando todo el ciclo universitario en 1988 e incluso jugando una Final Four de la NCAA.

Kerr era el líder silencioso del equipo, pese a que sus promedios no eran nada del otro mundo logrando en su última temporada 12,6 puntos y 3,9 asistencias de promedio. El jugador fue escogido por la franquicia más cercana a su carrera, los Phoenix Suns, en el puesto 25 de la segunda ronda del Draft.

Kerr jugó un promedio de 6 minutos en su primera temporada en la NBA. Muchos veían a ese rubio blanco y flaco fuera de una NBA donde el poderío físico estaba a la orden del día. Steve, listo como pocos, supo ver el nicho donde podía hacerse un hueco convirtiéndose en un especialista en el triple.

Pero no supieron ver su valor ni en Phoenix, ni en Cleveland ni siquiera en unos Orlando Magic donde jugó en la temporada 1992/93 promediando nueve minutos.

Todo cambió con Phil

Con pie y medio fuera de la NBA, Phil Jackson decidió reclutar a ese chaval del que conocía de leer la trágica historia de su padre. El técnico ejerció de padre y mentor espiritual de un Kerr que empezó a jugar y muy bien en los Bulls de cara a la segunda venida de Michael Jordan a la NBA.

El base hizo dos temporadas lanzando por encima del 50% de acierto en tiros de tres y su carrera despegó como nunca ganando tres anillos con Chicago y anotando el tiro decisivo del segundo campeonato que ganó con los Bulls.

De un lustro a otro, Kerr se convirtió en la imagen del éxito -hasta ganó el Concurso de Triples de la NBA- y una vez que la franquicia de Illinois se desmanteló de marchó con el otro entrenador que creía que podría enseñarle más cosas del baloncesto.

Escogió los San Antonio Spurs de Gregg Popovich -con quien también tiene una magnífica relación como demuestran sus tres años de asistente en el Team USA- ganando dos anillos más en Texas. En el último fue heroico una vez más retirándose en la cúspide.

Después de años diciéndose que podría dar el salto a los banquillos, Steve Kerr debutó en la temporada 2014/15 con los jóvenes Golden State Warriors desarrollando un estilo de baloncesto completamente alocado con Stephen Curry y Klay Thompson como estandartes del proyecto.

4 veces campeón de la NBA

El resultado fue que se convirtió en campeón de la NBA en su año de debut, algo que sólo logró en toda la historia Pat Riley heredando a unos super Lakers.

Kerr ha conseguido tres anillos más en este tiempo en un equipo que ha conseguido todo tipo de récords, como batir las 72 victorias y 10 derrotas en temporada regular de los Bulls de la temporada 1995/96 para establecer 73 victorias y 9 derrotas con los Warriors en la temporada 2015/16.

El bueno de Steve es de los pocos que sin haberse convertido en sexagenario ya tiene varias biografías en las librerías. Como para no inspirarse.