¿Por qué los españoles boicotearon Wimbledon?

Wimbledon es un torneo de tradiciones y de reglas que solo son posibles de ver en el All England Club, como el cógido de vestimenta, por ejemplo. La mayoría de ellas no provocan muchas quejas entre los tenistas, a excepción del polémico sistema de ránking que eliminaron en 2021.

Los Grand Slam -y en general todos los torneos- utilizan el ránking ATP para determinar los cabeza de serie. Es decir, en Roland Garros, por ejemplo, el primer cabeza de serie fue el número uno de la clasificación ATP.

BOICOT ESPAÑOL

Sin embargo, Wimbledon no estaba conforme con que tenistas cuya superficie preferida era la hierba y sus mejores resultados llegaban ahí, no fueran cabezas de serie por no hacerlo bien en otras superficies. Por eso, hasta 2007, se guardaron el derecho a cambiar el orden de los cabeza de serie a su gusto.

La fórmula llevó, por ejemplo a Pete Sampras, a subir del sexto al primer puesto porque había ganado siete títulos en Wimbledon.

Esto no gustaba a todos los tenistas y, en el año 2000, los españoles Alex Corretja, Albert Costa y Juan Carlos Ferrero boicotearon Wimbledon. Decidieron no participar porque sabían que, pese a que su ránking era elevado, el torneo les bajaría de posición por no considerarlos "jugadores de hierba".

UNA FÓRMULA REVOLUCIONARIA

Para llegar a un término medio, el All England Club decidió en 2002 cambiar del sistema "a dedo" a un fórmula que rankearía a los jugadores en función de su desempeño en los torneos de hierba.

A los puntos del tenista en el ránking se sumarían el 100 % de los puntos logrados en hierba la temporada anterior más el 75 % de los puntos conseguidos dos años antes en el mejor resultado en un torneo sobre hierba.

Esto implicó en 2019 que Roger Federer, tercero del mundo, pasara a <strong>Rafael Nadal</strong>, segundo en el ránking, como segundo cabeza de serie en Wimbledon y por lo tanto evitara a Novak Djokovic hasta la final.

En 2021, Wimbledon decidió ajustarse al resto de torneos y dejó de utilizar su propia fórmula, terminando con una de sus tradiciones y evitando más polémicas en el futuro.