Los datos que convierten el All-Star de la NBA en una pachanga sin interés

¿Qué diablos se puede hacer con el All-Star? La NBA lleva más de una década pensando qué hacer con el fin de semana que en otros tiempos era una cita indispensable para los aficionados.

Los índices de audiencia en Estados Unidos están demostrando en los últimos años que la fiesta de las estrellas ha decaído preocupantemente en interés, hasta incluso aparecer la sombra de la cancelación.

En Estados Unidos, ya saben que cuando algo no funciona desaparece y el All-Star lleva un tiempo comprando papeletas para salir de la programación.

Los grandes jugadores están cada vez menos implicados en el partido del domingo, donde este año se batió el récord de puntos con un escandaloso marcador de 211-186 a favor del Este. Las defensas brillaron por su ausencia, haciendo del show algo infumable hasta para los más fieles.

"Creo que el All-Star necesita una renovación porque antes solía ser competitivo. Creo que los aficionados esperan ver el mejor partido del mundo con las mejores estrellas y de eso se trataba. La gente no quiere ver mates todo el tiempo y pasillos a canasta, quieren piques y defensa y eso lo echo de menos", dijo KB en 2019 en una entrevista que ahora se ha hecho viral.

Las palabras de la malograda 'Mamba' contrastan con la actitud de unos jugadores que pasan olímpicamente de arriesgar lo más mínimo ante la amenaza de sus equipos para que no se lesionen ni sufran ningún percance.

Los equipos les llevan años advirtiendo de que disfruten de la fiesta pero sin cometer ningún riesgo. Aquel mensaje fue evolucionando en dejadez defensiva extrema y para muestra un botón.

En el partido de las estrellas de 1993 se cometieron 62 faltas en todo el encuentro, en 2003 bajó el número hasta 37, en 2013 la cosa quedó en 24 y desde ahí han menguado hasta las 7 que se registraron en 2023 y el récord de escasez de esta temporada de tres faltas en todo el partido.

Ideas para una reforma

La gente, ante tan paupérrimo espectáculo, dejó de ver el partido que había sido reformado para esta temporada con tal de que hubiese pique con equipos que contaban con las estrellas de las Conferencias Oeste y Este midiéndose por la honra.

El duelo fue horroroso hasta tal punto que fue superado en audiencia e interacciones por el novedoso evento por saber quién es el mejor tirador de triples del mundo entre hombres y mujeres.

Ahora todo el mundo se pregunta si la NBA ha tocado fondo con este partido, planteándose una serie de escenarios para que no se cancele el All-Star.

Una fórmula que ha circulado por diversos foros estadounidenses es hacer un concurso de equipos de 3×3, otorgando a los ganadores un enorme botín de varios millones de dólares. Otra fórmula implica directamente un concurso de uno contra uno entre las estrellas de la NBA, coronándose el ganador como el mejor jugador del mundo ese año.

Ideas y más ideas que baraja una NBA que está viendo cómo el que fue su producto estrella desde los 80 a finales de los 2000 ya no tiene tirón.

Culpables de este hundimiento hay muchos, pero lo evidente es que hay que empezar por la base para reconstruir el All-Star y todo ello pasa por convencer a unos jugadores que van más pendientes de los eventos fuera de la cancha que lo que ocurre dentro de ella.