La abismal brecha económica entre ganar la Nations League masculina y femenina

La Selección Española tendrá la oportunidad este miércoles, a partir de las 19:00 horas, de proclamarse campeona en la primera edición de la Women's Nations League. Si lo consigue, nuestro país será el vigente campeón del torneo, tanto en el apartado masculino, como femenino.

Sin embargo, más allá del plano deportivo, todavía queda mucho terreno por recorrer en el aspecto de igualdad económica. En los últimos días se ha hecho pública la suma de dinero que se embolsará el equipo ganador de la competición femenina, una cifra que contrasta enormemente con la que se agenció la Selección Española masculina tras ganar en los penaltis a Croacia en Róterdam en junio de 2023.

La cuenta pendiente de la Selección Española femenina con Francia

¿Cuánto cobrará la selección femenina por ganar la Nations League?

El combinado masculino, campeón de la pasada edición de la Nations League, se embolsó un total de diez millones y medio de euros. El equipo femenino, si logra ganar el torneo, percibirá 160.000 euros, según ha desvelado Relevo. El rédito económico será 66 veces menor.

Estas son las diferencias entre un campeonato y otro, teniendo en cuenta el último torneo que ganó España (2023) y el actual que están disputando las mujeres:

• GANADOR: Masculino - 10,5 millones / Femenino - 160.000 euros
• FINALISTA: Masculino - 9 millones / Femenino - 100.000 euros
• TERCER PUESTO: Masculino - 8 millones / Femenino - 80.000 euros
• CUARTO PUESTO: Masculino - 7 millones / Femenino - 60.000 euros

¿Se quedan las jugadoras ese dinero?

En caso de que España se proclame campeona de la Women's Nations League y la RFEF decidiera dividir los 160.000 euros íntegramente entre las 25 jugadoras, cada una recibiría 6.400 euros.

El torneo se revaloriza con el tiempo

La primera edición de la Nations League masculino repartió un monto de 4,5 millones de euros al ganador, Portugal.

Ahora, tras el cuarto torneo disputado, esa cifra ha aumentado en un 133 %. No obstante, desde el punto de vista femenino, ese porcentaje seguiría siendo muy inferior, pues el reparto base ya es reducido de por sí respecto al de los hombres.