Derrota en el Gamper 12 años después, un precedente peligroso para el Barça

No fue ni mucho menos la mejor carta de presentación del nuevo proyecto azulgrana del técnico Hansi Flick. Tras unos primeros encuentros de pretemporada prometedores, con buenas sensaciones, especialmente ante Manchester City y Real Madrid, el FC Barcelona 2024-2025 se presentaba en Montjuic ante su afición en su habitual trofeo veraniego, el ‘Gamper’. El rival, el AS Mónaco, que sin duda era una buena piedra de toque para calibrar el estado del equipo a días del debut liguero en Mestalla ante el Valencia.

La familia Gamper, presente en el palco de Montjuïc

Y la prueba no pudo salir peor. Los casi 42.000 espectadores que acudieron al estadio para presenciar in situ el estreno de su equipo vieron a un Barça impotente, que apenas fue capaz de generar ocasiones, y que además tuvo una calamitosa actuación defensiva. El resultado final 0-3 para el cuadro monegasco y una sensación muy preocupante de la afición culé justo antes del inicio de la Liga. Un campeonato para el que ni muchos parten como principal aspirante, pues es el eterno rival, el Real Madrid, según los pronósticos de fútbol de Betfair, el destacadísimo favorito para lograr el título con una cuota implícita del 69,44%, por un 23,09% de los de Flick y un 10% del Atlético de Madrid en tercera posición.

Visto lo visto, Flick tiene mucho trabajo por delante para intentar revertir la situación y aunque el resultado del ‘Gamper’ sea lo de menos, el precedente no es nada halagüeño, pues hacía 12 años que el Barça no perdía dicho trofeo. Fue en la temporada 2012-2013. En aquella edición la Sampdoria se llevó la victoria por 0-1 y aquella campaña terminó con un sabor de boca aciago para la hinchada azulgrana.

Postguardiolismo

Pep Guardiola acababa de dejar el banquillo azulgrana y Tito Vilanova, que hasta entonces había sido su segundo, se hacía cargo del equipo. La mejor etapa de la historia del club terminaba con la macha del técnico de Santpedor y sus dirigentes, con buen tino, apostaban por una linea continuista que le pudiera seguir dando nuevos éxitos. El renovado proyecto de Tito empezó a carburar de nuevo como una máquina perfecta pero poco a poco, todo se fue torciendo, coincidiendo con su enfermedad que le impidió seguir dirigiendo al equipo en el día a día. Jordi Roura ocupó su lugar de manera interina hasta su vuelta a finales de temporada.

Un sonrojante ‘7-0’ contra el Bayern

En la Liga el Barça mantenía holgadamente su liderazgo, ante un Real Madrid que ya había depositado todas sus esperanzas en la ‘Champions’ y en la Copa del Rey. Así que los culés, manejaban con comodidad su situación en el campeonato doméstico mientras al mismo tiempo sus aficionados empezaban a soñar con otro triplete histórico. Poco a poco, el conjunto blaugrana iba superando eliminatorias, tanto en una como en otra competición hasta que llegaron las semifinales. Y en Europa esperaba nada más y nada menos el Bayern Múnich. El partido de ida tendría lugar en tierras germanas y en el seno azulgrana la confianza era total en que se podía hacer un gran encuentro para acercarse a la gran Final.

Pero nada más lejos de la realidad. El conjunto bávaro pasó por encima del Barça y le endosó un 4-0, con goles de Muller por partida doble, Mario Gómez y Robben. El correctivo fue tremendo. Aún así, en la ciudad condal soñaban con que Messi pudiera obrar el milagro de la remontada, pero una lesión dejó al argentino fuera del equipo titular lastrando cualquier atisbo de esperanza. El resultado, además, volvió a ser muy duro para los azulgranas. 0-3, haciendo que el cómputo total de la eliminatoria fuera de siete goles a 0 a favor del Bayern Múnich.

Eliminados también contra el Madrid en la Copa

No fue tan escandaloso, pero el Barça también cayó en semifinales de Copa ante un Real Madrid que fue capaz de asaltar el Camp Nou. Tras el 1-1 de la ida, ambos equipos se enfrentaron en el feudo azulgrana en búsqueda de la final en el partido de vuelte. El equipo dirigido en aquel momento por José Mourinho se acabó llevando la victoria por 1-3 en un encuentro en el que sobresalió Cristiano Ronaldo con un doblete.

Finalmente, el Barcelona de Tito Vilanova acabaría celebrando el título de Liga, pero con la sensación de que el proyecto estaba agotándose. Días después llegaría la renuncia del técnico. Tito debía centrarse en su batalla contra el Cáncer, que desgraciadamente, tan solo un año después acabaría con su vida.