La curiosa conexión entre el Valencia y el éxito de la selección inglesa femenina

Sarina Wiegman, la seleccionadora que lidera a las ‘Lionesess’, llegó al cargo después de que Phill Neville fuera destituido por malos resultados.

Phil Neville, entrenador del Inter Miami

Phil Neville, entrenador del Inter Miami / VALENTÍ ENRICH

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El éxito de la selección inglesa femenina tiene una llamativa conexión con el fútbol español. Y no porque haya sido ‘La Roja’ de las Bonmatì, Olga, Teresa, Paralluelo, Hermoso, Paredes etc la encargada de ganarle la final del Mundial, sino porque la eclosión de las ‘Lionesses’ viene precedida de un ocaso con nexo en Valencia.

Phill Neville, el que fuera segundo entrenador che durante la 15-16 por obra y designio de Peter Lim, el dueño del club de Mestalla, fue el encargado de dejar su cargo para que lo cogiera Sarina Wiegman. El cese se produjo en enero de 2021, en plena reconversión del fútbol por la pandemia, momento en el que la Federación Inglesa (FA) aprovechó para provocar un relevo ya histórico. De la mano de Wiegman, Inglaterra ha ganado una Eurocopa y ha sido subcampeona del mundo. Pero eso es otra historia. Volvamos a Valencia. Volvamos a Neville.

Un Valencia… ¿renacido?


El preparador inglés se hizo con el cargo de asistente de su hermano sin que ninguno de los dos tuviera excesiva experiencia en dirigir ningún equipo. Eran tiempos en los que el Valencia era feliz… y no lo sabían. Los che se habían clasificado la temporada anterior para la Champions en una gesta que ahora suena a imposible… o quizá no tanto. El buen arranque del equipo de Rubén Baraja (dos jornadas, dos triunfos) lo sitúan con posibilidades para acabar entre los cuatro primeros. Toda una hazaña si se tiene en cuenta que sólo ha habido dos fichajes y que el objetivo deportivo más sensato pasa por la permanencia.

Mal recuerdo en Mestalla


Pero en 2015, cuando Phill Neville llegó al Valencia, no era así. Su hermano Gary, amigo de Lim, fue contratado para sustituir a Nuno Espirito Santo en una decisión que debió durar hasta final de temporada… pero que no pudo cumplir con el plazo establecido. El tándem de los Neville sobrevivió apenas 16 jornadas antes de que Pako Ayestarán tuviera que hacerse con el equipo en las últimas jornadas visto que los resultados fueron malos. Con sólo tres victorias, cinco empates y ocho derrotas (vencieron su primer partido nueve jornadas después de coger al equipo), se confirmó el adiós del tándem.

Su despido le abrió las puertas de la selección femenina, aunque tiempo después. No fue hasta 2018 que el técnico no cogió las riendas de las chicas sin, por cierto, demasiado acierto. En 35 partidos dirigidos, el pequeño de los Neville sumó 19 victorias, cinco empates y once derrotas. Esto es, un 59% de los partidos acabaron en victorias… pero fue insuficiente para darle continuidad. España fue precisamente el impulsor del cese después de que un gol de Alexia Putellas en un amistoso (0-1 para España) lo sentenciara. Fue entonces cuando se anunció a Wiegman como nueva seleccionadora, aunque ya después de los Juegos Olímpicos de Tokio.

Mala experiencia en Miami


Neville continuó su carrera como entrenador (por cierto, algo que su hermano Gary no pudo hacer: tras Valencia no ha vuelto a ningún banquillo), aunque de nuevo con malos resultados. El técnico fue fichado por su ex compañero en el Manchester United, David Beckham, para dirigir al Inter de Miami, del que el ex madridista es dueño.

Los ‘rosados’ estuvieron dirigidos por este técnico inglés durante tres temporadas, que en EEUU son a año natural completo: 2021, 2022 y la mitad de 2023. Justo antes de la llegada de Leo Messi, la franquicia anunció su despido. El Tata Martino, ex técnico del FC Barcelona y ex seleccionador de Argentina, fue el encargado de reemplazarlo.

El balance global de Neville con el Inter de Miami entre todas las competiciones no fue excelso, ni mucho menos: de 83 partidos dirigidos entre todas las competiciones, perdió 41, ganó 31 y empató 11. Y eso pese a que en su plantilla contó con Higuaín como referente ofensivo. Ni el Pipita pudo salvar a Neville de sus malos resultados.