Baloncesto masculino en los JJ.OO.: Estados Unidos, rumbo a la medalla de oro

La delegación estadounidense de baloncesto afronta las semifinales ante una siempre complicada Australia, que se deshizo de la subcampeona del mundo, la Argentina de Campazzo y Laprovittola, en los cuartos de final. Estados Unidos hizo lo propio ante España, como ya hizo en Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016, pese al recital individual de Ricky Rubio (38 puntos).

Los de Gregg Popovich, que fracasaron en el último Mundial de baloncesto, buscan una nueva medalla de oro olímpica, que sería la cuarta consecutiva y el décimo metal olímpico consecutivo, puesto que no participó en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980. Desde Berlín 1936, siempre que Estados Unidos ha participado ha obtenido un metal olímpico: 15 medallas de oro, una de plata y dos de bronce.

Con Kevin Durant y Damian Lillard al frente del combinado, Estados Unidos ha olvidado la derrota en el debut frente a Francia (83-76) y ha puesto la sexta marcha rumbo a una nueva final olímpica. Los norteamericanos se deshicieron de una España que supo aguantar el tipo en la primera mitad, pero que no pudo frenar el vendaval: Kevin Durant anotó 29 puntos, escoltado por los secundarios Tatum (13), Holliday (12) y Lillard (11).

Australia, un rival incómodo

Los australianos se deshicieron con solvencia (97-59) de la subcampeona del mundo, una Argentina que tan solo ha ganado un partido en su participación olímpica. Con Patty Mills en modo estrella, con 18 puntos, y bien rodeado con Thybulle, Ingles y Exum, Australia luchará por las medallas después de llevar al límite a España en las semifinales del último Mundial y quedarse en cuarta plaza.