Esto es lo que pasa en tu cuerpo si te comes la corteza del queso según los expertos

Esta parte mantiene limpio el producto, evitando que se forme moho o protegiéndolo de posibles golpes o arañazos

Sin embargo, no todas las cortezas tienen el mismo origen, algunas pueden ser naturales y otras artificiales

El queso es uno de los alimentos con histamina que provoca todos los síntomas de déficit de DAO

El queso es uno de los alimentos con histamina que provoca todos los síntomas de déficit de DAO / Freepik

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El queso es uno de los alimentos más ricos y versátiles de nuestra gastronomía. Hay diferentes tipos de queso, con distintas intensidades y texturas. No obstante, todos tienen una cosa en común: la corteza. Durante mucho tiempo, ha existido el debate sobre que hacer con esta parte del producto, si comerla o desecharla.

La corteza funciona como protector del alimento, alargando su vida útil. Esta parte mantiene limpio el producto, evitando que se forme moho o protegiéndolo de posibles golpes o arañazos. Sin embargo, no todas las cortezas tienen el mismo origen, algunas pueden ser naturales y otras artificiales.

La corteza natural del queso se produce durante el proceso de maduración. En algunos casos es el propio queso el que se endurece por fuera, originando esta corteza. En otros, forma parte de un intento de enriquecer su sabor con vino, pimentón, aceite o especias.

Por otro lado, las cortezas artificiales están fabricadas con ceras, parafinas o aceites minerales, materiales que cumplen con las normas establecidas en el Real Decreto 1113/2006 y que están autorizados para el recubrimiento del queso.

En un principio, si ingerimos la corteza natural no debería afectarnos de manera negativa. Sin embargo, es recomendable no ingerir la corteza artificial. Además de interferir negativamente en el sabor, es probable que el envoltorio haya acumulado gérmenes en su manipulación y que puedan quedar restos de pegamento de la etiqueta.