Cuándo se cambia hoy la hora y por qué motivo dormiremos una hora menos

El cambio de hora comenzó en los años setenta, debido a la crisis del petróleo

La organización sin ánimo de lucro 'Time Use Initiative' ha exigido el fin del cambio de hora en Europa

Cambio de hora 2024 | Estas son las claves para adaptarte al cambio horario

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El cambio de hora tiene los días contados. El Boletín Oficial del Estado publicó una orden ministerial en 2022 que incluía la comisión de 14 expertos que iban a realizar un estudio sobre la reforma de la hora. Este grupo de especialistas debía elaborar un informe de evaluación sobre las disposiciones reguladoras del cambio de hora, así como la conveniencia de mantener la hora de Europa central en el país.

La comisión dictaminó en 2019 que no era aconsejable realizar ningún cambio precipitado en el horario, siempre que no existiera un consenso y los ciudadanos contaran con la información suficiente.

Lo destacable de aquel documento es que el cambio de hora seguiría produciéndose hasta 2026, la última madrugada del sábado-domingo de octubre, iniciando el horario de invierno, y cada madrugada del último sábado-domingo de marzo, pasando al de verano.

De esta forma, la madrugada del sábado al domingo, 31 de marzo, los relojes de nuestro país cambiarán la hora y en lugar de las 02:00 serán las 03:00. El cambio de hora comenzó en los años setenta, debido a la crisis del petróleo, cuando los países determinaron que era mejor adelantar el reloj para aprovechar mejor la luz natural del sol y así, consumir menos electricidad.

Por lo tanto, esta noche dormiremos una hora menos para adaptarnos al horario de verano. Para algunas organizaciones el cambio de hora no tiene sentido, la organización sin ánimo de lucro 'Time Use Initiative' ha exigido el fin del cambio de hora en Europa.

La petición incluía diversos argumentos en contra, como que cambiar la hora en la zona horaria incorrecta "afecta negativamente a la salud individual y colectiva, así como a la economía".

Por otro lado, añadían que en los últimos 30 años, "se ha demostrado que vivir en zonas horarias equivocadas tiene un impacto negativo en el ahorro de energía, en el riesgo de padecer cáncer y otras enfermedades, en el rendimiento de trabajadores y estudiantes, o en el PIB, entre otras cuestiones".