Steffi Graf, la tenista de oro

Mencionar a Steffi Graf es mencionar a una de las mejores tenistas de la historia. Nacida en Alemania, rubia, y proveniente de una familia de clase media, Graf mostró un talento excepcional desde sus primeros pasos en las pistas, que comenzó a dar a sus escasos 13 años de edad.

El día que Bruguera reinó en París

Steffi no tardó mucho en destacar. Su estilo de juego agresivo y su increíble velocidad le permitieron dominar la escena del tenis femenino en la década de los 80 y 90. Gracias a su mentalidad implacable y golpeo de pelota, Graf consiguió con 18 años un hito que no ha podido repetir nadie en toda la historia: ganar un Golden Slam.

Era 1988 y una joven tenista alemana alcanzaba la mayoría de edad y, a su vez, se consagraba como la mejor jugadora del planeta. En enero, la ya número 1 del mundo ganó la final del Abierto de Australia a la estadounidense Chris Evert y se coronaba como la primera campeona de un Grand Slam ese año.

Australia tan solo era el principio. Llegó la calor, y con ello junio y Roland Garros. La germana, que había ganado el año anterior en París, derrotó insultantemente a la rusa Natasha Zvereva por un doble 6-0. Luego llegaron Wimbledon y la cita en Nueva York, y pasó lo mismo. Una niña había conseguido levantar los cuatro Grand Slams de un mismo año.

La guinda del pastel la puso en Seúl, con la medalla de oro de los Juegos Olímpicos colgando de su cuello. Una proeza histórica que no se ha vuelto a repetir: el Golden Slam. Durante toda su carrera, Graf ganó 107 titulos oficiales, entre los que destacan un total de 22 Grand Slams.

Más semanas en la cima mundial del tenis

La germana es la tenista que ha sido durante más semanas número uno del mundo, únicamente superada por Novak Djokovic. Además, junto a Monica Seles protagonizaron una de las mayores rivalidades de la historia del tenis, ganando entre ambas 14 de los 16 Grand Slams entre 1990 y 1993.

Aunque Graf se retiró en 1999, su influencia y legado siguen siendo evidentes en el deporte actual. Su estilo ha inspirado a una gran cantidad de tenistas y su récord se mantiene intacto y ensalza exponencialmente su nombre a medida que pasan los años. Un Golden Slam de la tenista de oro.