El mito Fermín Cacho y la recta más larga de la historia

Hace exactamente 32 años, el soriano escribió una de las páginas más históricas del deporte español

El mejor atleta español de pista de la historia se proclamó campeón olímpico de 1.500 en Barcelona'92

Fermín Cacho, en Andújar con SPORT

Fermín Cacho, en Andújar con SPORT / VALENTÍ ENRICH

David Rubio

David Rubio

¿13 segundos es poco o mucho tiempo? Para Fermín Cacho, los últimos 80 metros de la final de 1.500 metros de los Juegos Olímpicos de Barcelona duraron una eternidad en la que miró atrás cinco veces hasta que entendió que no podrían con él ni El Basir (3:40.62) y de Suleiman (3:40.69). Él ganó con 3:40.12.

Era el 8 de agosto de 1992 y España acababa de lograr ocho días antes el primer oro olímpico de su historia con el catalán Dani Plaza como protagonista (20 km marcha). Después llegarían los bronces de Javi García Chico (pértiga) y de Antonio Peñalver (decatlón).

El mejor atleta español de pista de la historia culminó así un proyecto de vida que le llevó a abandonar su hogar con 15 años y en el que también intervino aquel maravilloso proyecto de 'Barcelona 92' en el que se involucraron las empresas como nunca habían hecho... y como no han vuelto a hacer.

El soriano ya había sido bronce en 1988 en los Mundiales Junior, plata en 1990 en los Europeos bajo techo de Glasgow y en 1991 se había proclamado subcampeón universal en pista cubierta en el palacio Municipal San Pablo de Sevilla.

Cacho llegó en el mejor momento de su vida y antes de la final se dirigió a su entrenador en estos términos: "Relájate, Enrique (Pascual), sube a la grada y disfruta, que vas a ser el primer entrenador español con un campeón olímpico en 1.500". "Y se quedó blanco", explicó el de Ágreda a SPORT en una entrevista en Andújar para celebrar el 30º aniversario de su gesta.

Ese día en el Estadi Lluís Companys, el mediofondista cambió en la contrarrecta y tiró con tanta violencia que nadie pudo con él. "Había imaginado mil carreras distintas y las ganaba todas", insistía a SPORT en Andújar. Aún ganaría un bronce olímpico en Atlanta 1996, dos bronces mundiales, el oro en los Europeos de Helsinki 1994 y un bronce ocho años después, siempre 1.500... pero lo que lo mitificó es aquel 8 de agosto de 1992 en Barcelona.