Hoy hace 30 años de la Liga 1993-94, la cuarta del Dream Team

SPORT tuvo el privilegio de ser testigo de un hecho histórico del FC Barcelona en la Liga: ganar el cuarto título consecutivo. Lo consiguió el Dream Team que armó Johan Cruyff en la década de los 90. Después de las conquistas del trofeo de la regularidad en las temporadas 1990-91, 1991-92 y 1992-93, llegó la cuarta. Y, como las dos anteriores, conquistadas en la última jornada, la Liga 1993-94 llegó tras un final no apto para cardíacos.

45 años vividos a tope

El FC Barcelona afrontó el último partido del campeonato sin depender de sí mismo. El equipo del Flaco necesitaba ganar al Sevilla en el Camp Nou y que el Deportivo no lo hiciera en Riazor contra el Valencia. El Barça llegó a la recta final del partido con los deberes hechos, incluso el brasileño Romario, que había prometido 30 goles, firmó uno de los cinco que el equipo endosó alSevilla (5-2) y se proclamó Pichichi.

El equipo gallego, sin embargo, agarrotado por los nervios y la responsabilidad -podía cantar el primer alirón de su historia-, se presentó a las postremerías de su partido con igualdad en el marcador. De todas formas, en el último minuto, se le abrió la puerta de la esperanza al disponer de un penalti a favor. Pero otra vez la diosa fortuna se alió con el Barça, como lo hizo en 1992 y 1993 en Tenerife. El tercer 'milagro' fue un hecho.

El Deportivo erró la pena máxima, lanzada por Djukic. El portero del Valencia, González, blocó el balón y dejó a los pupilos de Jabo Irureta sin Liga. El funeral que se vivió en Riazor fue de época. Nadie podía dar crédito a lo sucedido.

En el Camp Nou se vivió una noche para el recuerdo, inolvidable. El Barça encadenó la cuarta Liga consecutiva. Lo nunca visto en Barcelona. ¡Tetracampeones! Esa Liga, por otra parte, fue la de los extremos. El equipo azulgrana fue capaz de ganar 5-0 al Real Madrid en el coliseo azulgrana, con hat-trick de Romario (en uno de los goles rompió la cintura de Alkorta tras una espectacular 'cola de vaca'), pero también de perder 6-3 en Zaragoza, una derrota que hizo reaccionar a los pupilos de Cruyff para poner rumbo a una Liga histórica.