Corea 'robó' a España el sueño del Mundial en 2002

Un arbitraje infame del egipcio Gamal Al Ghandour apartó a la España de José Antonio Camacho de las semifinales

El Barça guió a España hasta el cielo

La selección española cayó en los cuartos de final del Mundial de Corea-Japón 2002

La selección española cayó en los cuartos de final del Mundial de Corea-Japón 2002 / Joan Cortadellas

Xavi Canals

Xavi Canals

España se coronó como la mejor selección del planeta en Sudáfrica 2010, pero el éxito podía haber llegado ocho años antes, de no mediar una infame actuación arbitral ante una de las dos selecciones anfitrionas, la Corea del Sur de Guus Hiddink.

De la mano de José Antonio Camacho, España se presentó como una de las favoritas, refrendando ese favoritismo con una fase de grupos impecable que cerró con pleno de victorias ante Eslovenia (3-1), Paraguay (3-1) y Sudáfrica (3-2). Sufrió en octavos para derrotar a Eire en los penalties, pero la derrota de Italia ante Corea del Sur le hacía vislumbrar las semifinales.

Aquel 22 de junio ha pasado a la historia como uno de los mayores atropellos arbitrales sufridos por el combinado español. El egipcio Gamal al Ghandour cercenó las opciones de España con varias decisiones incomprensibles, en especial dos goles absolutamente legales que anuló a instancia de sus asistentes, el ugandés Ali Tomusange y el trinitense Michael Ragoonath, protagonista principal del desaguisado.

El primero fue obra de Rubén Baraja, que cabeceó un saque de falta en el minuto 50. Un gol que fue anulado por una falta previa inexistente de Iván Helguera. El segundo, de Morientes, ya en la prórroga, fue anulado porque Ragoonath consideró que el centro de Joaquín había superado la línea de fondo, cuando el cuero ni siquiera estaba sobre la línea.

Fue el último partido de Al Ghandur, que años después seguía manteniendo que había sido uno de los mejores partidos de su carrera...