Ángel Nieto, el eterno 12+1

Se cumplen 7 de años del fallecimiento del piloto zamorano, quien fue pionero del motociclismo español

Ángel Nieto, expiloto de motociclismo

Ángel Nieto, expiloto de motociclismo / EFE

Laura Narbona

Hay quienes dicen que las grandes leyendas son recordadas por sus grandes éxitos. Pero en el caso de Ángel Nieto hay muchas otras cosas se anteponen a sus '12+1' títulos mundiales. Y es que, más allá de sus logros en pista, su carisma inigualable, con la superstición y la bondad por bandera, convirtió al piloto zamorano en una auténtica leyenda dentro del mundo de las dos ruedas

Nacido en Zamora en 1947, Ángel Nieto emigró a los 10 años a Madrid, dónde empezó como aprendiz en el taller de motos del periodista Tomás Díaz-Valdés. Sin recursos para poder financiar una montura para participar en competiciones oficiales, tuvo que trasladarse a Barcelona, dónde años después encontró un trabajo en la fábrica de motocicletas Derbi

Un tiempo después, logró que los directivos de Derbi le proporcionasen una moto de 50cc, en lo que supuso el inicio de una larga y victoriosa trayectoria. Seis títulos mundiales en 50cc y siete en 125cc hicieron que Nieto situase a España como una de las grandes potencias del motociclismo internacional, algo que años atrás resultaba inimaginable

En una época en la que prácticamente no se seguían las motos en España, Ángel puso todo su empeño en conseguir que estas se emitiesen por televisión y así poder aumentar el interés de la afición española por las dos ruedas. Además, el piloto zamorano también supuso un emblema en la lucha por la seguridad y los derechos de los pilotos

7 años sin ‘el Maestro’

Hace siete años que el mundo del motociclismo se vistió de luto para despedir ‘al padre’ del motociclismo español. Al piloto que luchó contra viento y marea para que se emitiesen las carreras en España. Al piloto que ejerció de pionero para abrir las puertas a otros jóvenes talentos españoles y al que dedicó toda una vida a las dos ruedas. 

Al que puso los cimientos para que el motociclismo español llegase a lo más alto, y al que todo el mundo de las dos ruedas recuerda con un especial cariño. Dicen que nadie muere mientras sea recordado, y, si algo está claro, es que el legado que dejó Nieto será imposible de olvidar.