Hace 30 años Colombia lloró la muerte de Andrés Escobar

El 'caballero del fútbol' murió asesinado en Medellín un 2 de julio de 1994, apenas semanas después de caer eliminados en el Mundial por un gol en propia puerta

Escobar, tras marcar en propia puerta ante EEUU

Escobar, tras marcar en propia puerta ante EEUU

Sebastián Vargas Rozo

Sebastián Vargas Rozo

27 de junio de 1994. La selección Colombia de Pacho Maturana afronta la segunda jornada de la fase de grupos en la Copa del Mundo de Estados Unidos ante el anfitrión. El varapalo del debut, 3-1 cayendo ante Rumanía, fue bastante categórico para sus aspiraciones de, incluso, ganar el Mundial.

A la cita llegaban con estrellas como Carlos 'Pibe' Valderrama, Faustino Asprilla, Freddy Rincon, Adolfo 'Tren' Valencia o Andrés Escobar (Medellín, 1967), este último ya negociando un futuro traspaso al Milan de Arrigo Sacchi.

No pudo ser. Ni la victoria, ni el trofeo, ni pasar de ronda, ni el fichaje por los italianos. Colombia cayó ante los norteamericanos por 2-1, sufriendo un gol en propia de Andrés. Aunque lejos estaba ser la mala noticia en esta historia.

La victoria ante Suiza (2-0) de la última jornada no sirvió para clasificarse, cayendo eliminados del certamen. Varios jugadores siguieron sus vacaciones, pero Escobar decidió volver a Colombia para dar la cara por lo sucedido. Tres días más tarde, un fatídico 2 de julio de 1994, sería asesinado en su ciudad. Tres décadas después sigue doliéndole al pueblo cafetero como si hubiese sido ayer.

El 'Caballero del fútbol', como fue apodado durante su carrera, brilló tanto en la selección como en el club de sus amores, Atlético Nacional. Un breve paso por Europa, haciendo parte de las filas del Young Boys en 1990, año de su primer mundial, afianzó aún más su elegancia. Defensor central de perfil zurdo, buena talla y gran salida de balón, puso su seguridad al servicio del 'Verdolaga' de Medellín, con el que ganó dos veces el campeonato colombiano (1991 y 1994) y levantó la Copa Libertadores de 1989 junto a otras estrellas como René Higuita o Albeiro Usuriaga, también asesinado años después.

Aquella fatídica noche del 2 de julio de 1994, en el aparcamiento del restaurante El Indio, la prometedora carrera de Andrés se vio truncada por los hermanos Gallón Henao, vinculados con el narcotráfico local. Seis impactos de bala destrozaron la ilusión del pueblo.

Se habló de discusiones, de recuerdos por su autogol en Estados Unidos, pero los hechos nunca llegaron a esclarecerse al 100%. Solo quedó la certeza del central que le arrebataron a Colombia, del amigo que perdió la generación dorada de la selección, y del Escobar bueno al que también se le recordará, tristemente, por la pesada losa de la violencia.