El rastro de la multitud

Atlético Mineiro - América Mineiro, el derbi Belo Horizonte

Luiz Felipe Scolari es el nuevo entrenador del Atlético Mineiro

Luiz Felipe Scolari es el nuevo entrenador del Atlético Mineiro

Sergio Vera

Sergio Vera

El fútbol no siempre fue del pueblo. Especialmente en Brasil, donde llegó por medio de jóvenes de clase alta. Los primeros equipos aparecieron en clubes cuyos socios representaban la élite de la sociedad de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, salvo algunas excepciones como Corinthians. El fútbol era un deporte sólo para algunos privilegiados, una premisa que además ocultaba racismo. Un buen ejemplo fue la consecución del título estatal por parte del Vasco da Gama en 1923. Era un equipo formado por negros y mulatos de clases populares, lo que incomodó a hinchas y sobre todo a aquellos dirigentes que querían preservar el fútbol como un coto privado.

Así fue también en Belo Horizonte, la ciudad construida en 1897 para ser la nueva capital del estado de Minas Gerais. Dos de los primeros equipos que allí se crearon fueron el Atlético Mineiro, en 1908, y el América Mineiro, en 1912. Ambos, fundados por estudiantes, funcionarios o comerciantes, nacieron también con ese carácter elitista. En 1914 se celebró la primera competición oficial en la ciudad, la Taça Bueno Brandão, un triangular al que se sumó el Yale Athletic. El Atlético no solo ganó ese torneo, sino que también levantó el primer campeonato estatal de Minas Gerais, un año después. Pero pronto llegaría la mejor época para América Mineiro, apodados los ‘Conejos’. Instauró una hegemonía de diez años: entre 1916 y 1925 ganó de forma consecutiva el Campeonato Mineiro. Todavía hoy, un siglo después, es el gran motivo de la historia de los ‘Conejos’, una pista de cómo fue su trayectoria a partir de aquello.

Y es que en la década de los 30 el fútbol brasileño se profesionalizó y eso provocó dos consecuencias importantes relacionados entre sí: el acercamiento del fútbol a las clases populares y el distanciamiento entre los hasta entonces dos equipos más fuertes de la ciudad. Concretamente, fue en 1933 cuando se adoptó el profesionalismo pese a la resistencia de las élites de mantener un cierto purismo. Así, el adiós al amateurismo está relacionado con el abandono de la práctica futbolística aristocrática y su apropiación por parte de las clases populares. En cuanto al derbi, que por esa época se le llamaba ‘Clássico das Multidões’ (Clásico de las Multitudes) por la gran atención que acaparaba, hubo un antes y un después. El ‘Gallo’, como se apoda el Atlético, enseguida se sumó al profesionalismo, abandonando el elitismo del inicio y permitiendo el acceso a clases populares. El América, en cambio, se negó inicialmente a convertirse en club profesional, lo que desembocó en una pérdida de prestigio y de títulos.

Los ‘Albiverdes’ sólo han conquistado el campeonato estatal en 16 ocasiones, y diez de ellas fueron las del inicio del amateurismo. Sólo ha levantado ese título en dos ocasiones en el nuevo siglo (2001 y 2016) y nunca ha ganado un Brasileirão. De hecho, ha sido un equipo ascensor, que incluso ha jugado en Serie C. Ahora vuelve a estar en la máxima categoría y el año pasado disputó por primera vez la Copa Libertadores, pero la distancia entre los dos conjuntos es abismal. Sólo ha conseguido ganar un derbi de los últimos 26. De hecho, la pérdida de importancia del América y el ascenso del Cruzeiro provocaron que ya en la mitad del siglo pasado el verdadero derbi de Belo Horizonte fuera el partido entre Atlético y Cruzeiro. Y así sigue siendo hoy en día.

DE LA MULTITUD A LA MASA

Si América cavó su tumba con el profesionalismo, al Atlético le pasó todo lo contrario. Es el gran dominador del Mineirão con 48 títulos e incluso levantó dos veces el Brasileirão, la primera de ellas en 1971, imponiéndose a equipos a priori favoritos como el Santos de Pelé, el Cruzeiro de Tostão o el Botafogo de Jairzinho. El peor momento llegó en 2005, cuando el equipo albinegro vivió su primer y hasta ahora único descenso. Pero consiguió subir al año siguiente, sobre todo gracias al apoyo de la ‘Massa’, como se conoce a su hinchada. En uno de esos partidos en segunda división, el Atlético Mineiro obtuvo el récord de asistencia de las tres divisiones de Brasil esa campaña, con 75.000 espectadores, y obtuvo el mejor promedio de asistencia en toda Sudamérica. La recuperación fue rápida y llegó la Libertadores de 2013, con los últimos trucos de magia de Ronaldinho, y el Brasileirão de 2021.

La diferencia entre uno y otro ha restado rivalidad al derbi. Fue el paso al profesionalismo el que lo cambió todo y se escribió una de las pocas historias en las que las clases populares se impusieron a las élites.