Opinión

El Barça supo trabajar y sufrir

Abrines, durante el primer Barça - Unicaja

Abrines, durante el primer Barça - Unicaja / DAVID RAMÍREZ

LO IMPORTANTE ERA GANAR. Siempre el debut plantea muchos riesgos. Una derrota en casa, ante un rival tan exigente, puede pasar factura. El Barça ganó merecidamente al Unicaja en un duelo tosco, trabado, lento e igualado hasta el final. El primer cuarto nos mostró por dónde se movería el encuentro. Los dos primeros minutos sin puntos. Contactos y más contactos, errores en los lanzamientos y mucho respeto entre ambos contendientes. La aparición de los triples, dos de Sanli y dos de Abrines, por parte blaugrana abrió una brecha importante en el marcador, aunque no se presagiaba un paseo para el Barça. Mirotic en el poste bajo estaba fino, pero los malagueños seguían con su agresividad, su quinteto “pequeño”, complicado de defender para los de Jasikevicius, y un rebote ofensivo espectacular. Lástima que el partido ya antes del descanso se fuera interrumpiendo en demasiadas ocasiones por las repeticiones de las jugadas y una técnica a Saras. No obstante, la iniciativa era local y las sensaciones buenas ya que el Barça, pese a que no podía correr, tenía buenos porcentajes de tiro. Todo lo contrario del Unicaja, que perdía posesiones y estaba negado cara a canasta.

UN FINAL INTERMINABLE

El Barça ya nos tiene acostumbrados a un arranque de tercer cuarto flojo, en especial si llega al descanso con una buena renta a su favor. Ante el Unicaja no fue una excepción. En un suspiro, los malagueños lograron un parcial de 0-8, y las alarmas sonaron. Pero, los blaugranas reaccionaron, lo hicieron a lo largo de los 40’, e impidieron que las cosas fueran a mayores. Emergió un colosal Sima. Lo hizo todo bien. Sumó un 9 de 9 de dos, reboteó, y defensores como Vesely no lograron pararlo. También el cañonero Kalinosky empezó a anotar, mientras que Ejim seguía a lo suyo, que era anotar defender y coger rebotes. Gran partido el suyo.

El Barça siguió sin cerrar su canasta- el Unicaja capturó más rebotes ofensivos que defensivos de los culés- y, poco a poco, los malagueños empezaron a creer en la victoria. El partido se paró, de nuevo, en incontables ocasiones por faltas, técnicas, antideportivas o repeticiones de jugadas y, por tanto, el ritmo decayó. Saras, como es habitual, dio muchos minutos a sus referentes y hombres como Mirotic, Satoransky, Vesely, Abrines, Sanli, Kuric o Jokubaitis respondieron.

Sin duda, no fue la noche de Laprovittola, se cargó de faltas, y, mucho menos, de Kalinic. El Unicaja llegó a los últimos minutos pletórico. Un rebote ofensivo tras otro, ante un Barça que sufrió de vértigo ante la derrota, y opciones para dar un susto al Palau. Al final, victoria del que se la mereció y la buscó con mas intensidad. Será una serie muy dura.