Recital del Barça, que arrolló al Madrid

Valverde, en un lance del partido con Dembélé

Valverde, en un lance del partido con Dembélé

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Excelente imagen la del Barça en un partido para enmarcar. Arropado por un 4-2-3-1, el equipo de Xavi exhibió un juego interior espectacular, con Busquets y De Jong en la misma línea, con Pedri por delante y siempre la ayuda de Gavi. Un bloque muy sólido que castigó la gran debilidad del Madrid en los últimos partidos: la salida del balón.

Fruto de esta presión llegó precisamente el primer gol, en el que Gavi culminó un gran robo de Busquets y una combinación coral al primer toque. Destacar la enorme tranquilidad de Xavi en su planteamiento que logró que el Madrid no hiciera una sola transición rápida y casi siempre fuera a remolque del balón. Vinicius estuvo anulado por Araujo y la ayuda permanente de Koundé, y Benzema solo dio señales de vida con un solitario remate de cabeza.

Regularidad absoluta

El Barça evidenció que frente al Madrid no habría momentos de relax ni desconexiones. En esta ocasión, el equipo siguió sin conceder apenas a los de Ancelotti. Implacables en el centro del campo, la calidad se impuso e incluso llegó el tercer gol, una vez más con presencia directa de Gavi.

En la Supercopa, el Barça demostró el camino a seguir en su fase de crecimiento. Por primera vez en un partido de máxima exigencia, los de Xavi se mostraron solventes durante los 90 minutos, sin lapsus en distintas fases y con eficiencia a la hora de pisar el área rival.

Insistir en la fórmula exitosa de los cuatro centrocampistas que permitieron ejercer siempre el dominio del partido y el control del esférico. Espectacular Gavi, impresionante Pedri y atención a la dupla que volvieron a mostrar Busquets y De Jong. El modelo de Xavi Hernández volvió a rayar a gran altura y demostró que ofrece recursos más que suficientes en las grandes finales.