Hay equipo y hay entrenador

Ferran fue un movimiento clave de Xavi al descanso

Ferran fue un movimiento clave de Xavi al descanso / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Siempre se ha dicho que esta es una de aquellas victorias con las que se ganan las Ligas. Lamentablemente, esta temporada el Barça está muy lejos del Madrid y no es el mejor momento para analizarla de esta forma, aunque quién sabe... El Barça va como un tiro y con el partido aplazado contra el Rayo y el Clásico del Bernabéu a dos semanas vista, los optimistas sueñan con una remontada histórica.

Digamos que es muy difícil, mucho, muchísimo, aunque, eso sí, el segundo puesto ya no lo es tanto y diría que el tercero es muy posible. De todos modos, el triunfo de ayer en Elche es gasolina para la ilusión. Más allá de la piedra que hubo que picar y de la polémica con las manos y el VAR con la que acabó el partido, lo único cierto es que el Barça mereció ganar por goleada. Ocasiones sobraron y remates fallados y paradones de Edgar, también. Pero es en esta misma dificultad que planteó el desarrollo del encuentro, donde más mérito hay que encontrarle al triunfo. 

EL BANQUILLO

Es importantísimo que el equipo encontrara el triunfo a partir del esfuerzo y la insistencia. Es clave, ya no solo para el presente, sino para el futuro, esta capacidad de sacrificio que mostró el equipo. Sin esta intensidad ante un rival motivadísimo y trabajador, el equipo de Xavi no se hubiera traído los tres puntos de Elche. Remontar en estos campos tiene una dificultad añadida y el Barça la superó. Señal de que hay equipo y hay entrenador. Me explicaré: a nivel individual, es evidente que hubo fallos en los remates. Dos de Frenkie de Jong, uno de Aubameyang, otro de Pedri, varios de Ferràn Torres... todos clarísimos pero sin acierto.

Fue el equipo el que aguantó el tipo, el que no se hundió anímicamente y el que entendió lo que Xavi pedía. La mano de Xavi fue decisiva tras el descanso. Ferràn por Gavi, cambio de táctica y mejoría notoria. Luego, acierto con Adama y Memphis. El banquillo estuvo acertado y cuando digo el banquillo me refiero al entrenador y a los hombres de refresco. El gol de la victoria llegó de penalti de VAR y hubo polémica final, pero la victoria no admite dudas. El Barça va a más, tiene equipo y tiene entrenador. 

LA CLAVE

El juego colectivo y las decisiones del entrenador permitieron una remontada merecida.