La estupidez siempre insiste

Xavi Hernández, en el Martínez Valero

Xavi Hernández, en el Martínez Valero / Javi Ferrándiz

Rubén Uría

Rubén Uría

La relación es directamente proporcional. Los telepredicadores hablan y sube el pan. De Xavi decían que no mejoraba a Koeman

, que el suyo era un efecto evaporado y que su Barça no había vuelto, porque lo que hacía era volver a perder. Xavi ha tenido respuesta para cada profecía. Malos tiempos para la Mordor mediática. Los datos están ahí. El fútbol del equipo, también.

De Pedri nos dicen que está sobrevalorado y es un invento. Lo dicen los alcahuetes presidenciales que postulan que Vinicius es el mejor del mundo, que son los mismos que se restriegan, sudorosos, felices por festejar un gol en contra de Mbappé. Y ahí anda Pedri, que no es ni Modric, ni Zidane, llenando de bilis el contenedor ajeno, haciendo lo que sabe, que es jugar como los ángeles, devolver el precio de cada entrada y arrasar como mejor joven de Europa, sin perder los nervios ni la humildad.

De Gavi nos dicen que es un capricho de Luis Enrique, una tomadura de pelo y una falta de respeto al resto de seleccionables. Ahí anda el chaval, con apenas 17 años, sin edad para tener carné de conducir o poder votar, instalado por méritos propios y sin presumir, en la élite europea, como titular del Barcelona y de la selección española.

De Dani Alves dicen que es un jubilado y que su fichaje es una broma. Ahí anda el hombre, con sus 38 años, cuando ya no tiene nada que demostrar a nadie, demostrando que al carácter no se le mira el DNI.

De Adama dicen que es el suplente de Trincao, que no tiene ADN Barça y que traiciona el estilo del club, que usan como un ‘gag’. Ahí anda el hombre, arrasando cinturas, destrozando defensas y poniendo el turbo cuando toca.

De Aubameyang dicen que es un fichaje-parche, un ex delantero y un señor conflictivo. Y ahí anda el hombre, haciendo goles y dando muestras de que, sin pagar un euro por traspaso, era el mejor fichaje posible para el club.

De Ferran nos dicen que es medio cojo, que es una castaña, que es un descarte del City, que ha costado una fortuna y que no le hace gol a nadie. La verdad es que dicen todo eso de Ferran porque no juega en el equipo de los telepredicadores, porque en la selección el chico, por lo visto, entonces sí era buenísimo. La verdad es que Ferran está marcando la mitad de lo que genera, pero genera muchísimo; la verdad es que trabaja a destajo, que tiene velocidad, físico y ambición; la verdad es que barre todo frente de ataque y que, como jugador de primer nivel del Barça, tendrá una respuesta para cada profecía y tapará bocas.

Nada nuevo bajo el sol. No hace falta ser Einstein para tener claro que la estupidez siempre insiste. El orden de los factores no altera el producto. Son matemáticas. Los telepredicadores hablan y el pan sube.