La vida. Décadas yendo a 300 km/hora ganando más Mundiales de Fórmula 1 que nadie y esquivando todo tipo de accidentes graves para acabar sufriéndolo de la manera más absurda en una pista de esquí solo unos meses después de retirarse.
Este 29 de diciembre se cumplen 10 años desde que el siete veces campeón del mundo de la F1, retirado definitivamente en el año 2012, sufrió un fatal accidente esquiando fuera de pista entre las zonas de La Biche y Mauduit en la estación de Méribel, en los Alpes Franceses. Un percance que le dejó al borde de la muerte en un primer momento y que desde entonces ha dejado muchos interrogantes sobre su estado de salud, sobre todo por el hermetismo y la estricta discreción que su familia decidió aplicar tras el suceso.
LO QUE SE SABE DEL ACCIDENTE
El de Schumacher fue (y todavía es) uno de los accidentes deportivos más comentados en la historia reciente. El ‘Káiser’ practicaba esquí junto a su familia en la estación de Méribel (Alpes franceses) cuando, en una fatídica caída tras adentrarse en una zona entre pistas, su cabeza golpeaba contra una roca, provocándole una grave lesión cerebral. Se dice que no vio un montículo y voló durante 10 metros hasta caer. El casco evitó lo peor, pero se partió y la montura de la GoPro que llevaba instalada en el casco le provocó graves daños cerebrales.
El helicóptero medicalizado que atendió a Schumacher se dirigió al pequeño Hospital de Moutiers en primera instancia. Sin embargo, su estado de salud empeoró gravemente en el trayecto y tuvo que ser trasladado finalmente al Hospital Universitario Grenoble-Alpes, que disponía de más medios. Algunas informaciones apuntan a que su situación podría haber sido otra de haberle trasladado directamente a Grenoble.
En dicho centro médico tuvo que ser operado en dos ocasiones del traumatismo craneoencefálico, con hematomas intracraneales y edema cerebral difuso que se le diagnosticó. Tras las intervenciones, los médicos le indujeron en coma y no despertaría hasta seis meses después.
