El Lamine del futuro

¿Cuál es su techo?

"¡Qué fácil lo hace Lamine!". Una persona del entorno más cercano de Messi recibe este WhatsApp del argentino. Para cualquiera sería un doble sobresalto: recibir un mensaje de un mito así y que el contenido sea sobre el futbolista señalado como su sucesor. No para él, que habla a diario con Leo.

El mejor jugador de la historia vive en Miami, a 7.553 km de Barcelona, pero en ese momento está viendo un partido del Barça y alucina con Yamal. "Los jugadores que Leo más valoraba al final de su etapa en el Barça eran los que tenían desequilibrio en la banda. Y eso es lo que nos destaca siempre de Lamine; lo sigue y le gusta mucho ese uno contra uno", apunta a SPORT.

"Leo ya mencionó a Lamine cuando le preguntaron por los jugadores que pelearán por el Balón de Oro en los próximos años", recuerda. La comparación es recurrente desde hace meses. En marzo el exentrenador del Mallorca, Javier Aguirre, lo resumió con su picante habitual.

"A Messi lo vi rápido como una rata hace años... y Lamine pinta también a rata el sinvergüenza. Lleva ya un ratito decidiendo partidos". Un juego de expectativas peligroso donde el protagonista de todo este revuelo, un adolescente de 16 años, es el más realista: "No habrá otro como Messi".

"A veces me recordaba a Leo; chicos de pocas palabras que viven en su mundo, pero en el campo se transforman"
Xavi Martín, exdirector de La Masia

Lo más deslumbrante de la historia de Lamine es su impacto precoz en la élite, pero la pregunta que se hace todo el mundo es cuál es su techo. Para imaginar su futuro -y el jugador que puede llegar a ser- hace falta viajar a su pasado.

"Cuando más cerca estás de Lamine más te das cuenta de que la etiqueta de diferente se le queda corta. Es un futbolista muy muy especial", apunta a este diario Iván Carrasco, que lo entrenó en el cadete.

"En los entrenamientos cogía al mejor defensa y le decía: tú márcame a mí"
Albert Puig (exentrenador de Lamine)

"Lo recuerdo como un talento libre: un chico que era muy consciente de su talento y en el deporte la gente con talento suele ser muy egoísta, pero Lamine no", subraya.

"Me encontré un niño generoso que no buscaba el reconocimiento. Su primer contacto con el balón ya definía el jugador que era. Como entrenador a veces pensabas: ¿Qué puedo enseñarle si hace cosas que desde el banquillo ni siquiera imagino?".

La prueba del campo 5

Albert Puig, que lo dirigió dos temporadas en el Barça, recuerda varias anécdotas que corroboran que Lamine se sabía especial. "En los partidillos de entrenamiento cogía al mejor defensa y le decía: tú, márcame a mí. A veces algún compañero lo picaba y Lamine lo miraba como diciendo: el partido durará poco y normalmente duraba poco" [sonríe].

Un dominio del escenario que ya demostró el día de su prueba en el campo 5 de la Ciudad Deportiva siendo jugador de la Torreta. "David Sánchez me dijo: 'Albert, ven a verlo que no lo tengo claro'. Lamine jugó ese partido en la banda izquierda y en una jugada cogió la pelota atrás y se dribló a todo el mundo. David, se giró, me vio sonriendo, y me dijo: 'ya te puedes ir".

El periodista Jaume Marcet, la gran wikipedia del fútbol base del Barça, recuerda el día que se dio cuenta de que estaba ante un prodigio. "La exhibición más bestia que he visto en el fútbol base fue de Lamine en la final del torneo de Catalunya cadete. A Messi le había visto actuaciones brutales pero nunca algo así con chicos mayores que él. Ese día hizo de todo".

Otro momento muy revelador fue un gol inclasificable con la selección catalana que no tardó en viralizarse en las redes.

Entre todas las personas consultadas hay unanimidad en que hay algo natural en su juego que no se enseña. "Tiene el futbol dentro. ¿Cómo explicarlo? Una certeza constante con el balón. Entendía cada situación como si fuera el creador del juego. Esa sensación ya la generaba siendo cadete", recuerda Carrasco. "Cuando lo entrenaba sentía que, independientemente de que pudieran pasar cosas, iba a decidir bien. Y eso se tiene o no se tiene".

"Una semana lo vi decaído y tuvimos una charla; me sorprendió la sensibilidad con la que me contó por lo que estaba pasando"
Iván Carrasco, exentrenador del cadete

En el club no tardaron en ver que tenía potencial para el primer equipo. Tampoco que era un niño que necesitaba cuidados al tener un entorno familiar complejo. Un extécnico de la época recuerda una semana que notó que algo no iba bien con Lamine. "Recuerdo una charla que tuve con él en un entrenamiento porque esa semana lo vi algo decaído. Me acerque a él y me llamó la atención la sensibilidad humana con la que explicó por lo que estaba pasando. Y a partir de esa charla volvió a jugar a su nivel".

Xavi Martín, exdirector de La Masia, rememora la reunión con el futbolista, sus padres y el agente de entonces, Ivan de la Peña, para que el chico viviera en La Masia. "Nos reunimos un martes y el sábado ya hacía las maletas". Un caso poco habitual al tener la familia cerca.

"Consideramos que lo mejor era que estuviera en dinámica Masia y no puso ningún problema. Queríamos poder hacer un seguimiento personal, que se centrara en la parte deportiva y escolar, aislarlo de problemáticas familiares. Era un chico que venía de un barrio complicado [Rocafonda, Mataró]; no solo era la dinámica familiar, también posibles malas influencias".

Martín recuerda que es habitual darles ayuda psicológica profesional en estas edades y como en ocasiones se sentía un "padre de prestado" con los chicos. "A veces te venían a decir a ti lo que no se atrevían a decir al entrenador". Pero con Lamine descubrió una personalidad muy resistente a la adversidad.

Las dificultades

"El momento más difícil con él fueron los inicios en La Masia porque al final lo estabas alejando de su entorno, de sus amigos de siempre, pero cuando hablaba con él notaba que tenía mucha fuerza interior. Pocas veces manifestaba queja. Maduró rápidamente porque salió de casa muy joven".

En una entrevista reciente Lamine reconocía con los hermanos Buyer alguna pillería en clase: "Empezaba atrás pero terminaba delante". También que las asignaturas que más le gustan son física, química y "sobre todo mates" aunque se le dan mal.

Es en edad cadete cuando empieza a darse cuenta de que tiene opciones de vivir del fútbol y que no se imagina haciendo otra cosa. "Si yo trabajase iba a ser un desastre, pero nunca pensé que iba a debutar con 15 años con el primer equipo del Barça".

Javier Saviola, que formó parte del cuerpo técnico del Juvenil A, quedó impresionado desde los primeros entrenamientos. "Con 15 años ya hacía la diferencia ante rivales mucho mayores. Veíamos esa calidad técnica y esa valentía por cómo llevaba las situaciones de presión. Te dabas cuenta de la fortaleza mental que tenía y cómo se metía el equipo al hombro".

Saviola también detectó un aspecto clave para marcar diferencias en el área. "Esa serenidad que a veces muestra en el campo, que lo ves con esa mentalidad tan fría para resolver, fuera del campo es lo mismo".

Una naturalidad que trasladó al primer equipo, donde encontró la confianza de Xavi y un vestuario familiar con jóvenes que conocía de La Masia como Gavi, Cubarsí, Balde o Fermín. Xavi Martín explica algunas de las claves de su temperamento que le pueden ayudar en la élite. "En algunas ocasiones me recordaba a Leo. Chicos muy tímidos, de pocas palabras, que en el campo se transforman con una personalidad descomunal. Viven en su mundo, pero eso también les ayuda a aislarse de la presión".

10 centímetros en un año

A esta personalidad, hay que sumarle un estirón definitivo (ha crecido 10 centímetros en un año) y una mejora muscular que lo han llevado a dominar a los rivales siendo un adolescente. En sus momentos más brillantes, ha transmitido una sensación de levitar en carrera que no se veía desde el prime de Thierry Henry.

"Que sus compañeros lo busquen siempre y que todos sepamos que cuando tiene el balón pasen cosas diferenciales con 16 años... ¡pues eso... hay que cuidarle!", exclamó Xavi el día que Lamine llegó a los 50 partidos con el primer equipo.

Unos meses antes, una lona gigantesca de Lamine en Barcelona con el gesto icónico del 304 de Rocafonda resumía el sentir general: "El futuro nos espera".

El Lamine que (aún) no hemos visto

Item 1 of 3

1. ¿Cómo será el Lamine del futuro?

“Hará cosas que nuestra imaginación aún no puede percibir a medida que su condición física se vaya desarrollando. Cuando tenga más jerarquía y no tema la recriminación del compañero se atreverá a hacer más cosas. Está siendo muy generoso. No es ese Messi de 16 años que solo miraba a la portería”
Iván Carrasco (exentrenador del cadete)
“Esta temporada el mundo ha descubierto al jugador que marcará el futuro de este deporte en las dos próximas décadas”
Jaume Marcet (experto en fútbol base)
“Ha mejorado muchísimo en la definición, que creo que es clave para su juego. Es muy encarador, muy habilidoso, pero en esa mejora estará su crecimiento. Tiene un futuro enorme porque es una persona inteligente que se deja aconsejar”
Javier Saviola (exsegundo entrenador Juvenil A)

2. ¿En qué posición puede explotar mejor su talento?

“Me lo imagino de falso nueve. De pequeño ya tenía una cosa muy difícil de ver en los niños: percibir al oponente de manera constante. Por eso su primer control siempre le da la distancia adecuada y eso tendría un impacto más grande en el juego interior”
Iván Carrasco (exentrenador del cadete)
“En el fútbol base la mayoría de los años fue falso nueve. En esta posición puede explotar todavía más su mayor virtud que es la visión de juego. La gente tiene la idea de que siempre hace la misma jugada, pero si acaba jugando por dentro explotará aún más sus recursos"
Jaume Marcet (especialista en fútbol base)
"Yo creo que más allá de la posición, lo que le va bien es no ser el jugador más profundo. Lamine se expresa mejor cuando tiene líneas de pase y alguna referencia por delante"
Albert Puig (entrenador de Lamine Yamal en el benjamín e infantil)

3. Lo que tiene que mejorar

“Los jugadores que saben de su talento se ahorran esfuerzos. Nosotros le insistíamos para que sumara trabajo porque iba a crecer muchísimo. Y está en esa dirección. A nivel ofensivo su naturaleza es dámela al pie y yo haré que pasen cosas. Pero debería ser también una amenaza con el desmarque”
Iván Carrasco, exentrenador del cadete
“A Lamine le cuesta todavía a nivel táctico, es normal. Pero a nivel individual, a nivel talento, es un elegido. Que sea diferencial con 16 años ya te dice lo que puede llegar a ser. El crecimiento es brutal en solo un año. Está más fuerte, está más rápido”
Xavi Hernández

El universo Lamine

"En mi barrio me sigo sentando con mis amigos en un banco"

Para entender a Lamine hay que conocer de cerca sus raíces. El delantero reivindica en cada gol Rocafonda y creció viendo vídeos de Neymar. Adidas quiere convertirlo en un referente para la generación Z y Mendes dirige su carrera.