Guille
Fernández

¿Por qué es tan especial?

El último prodigio de La Masia se llama Guille Fernández (Rubí, 18-06-2008) y acaba de cumplir 16 años. Su precocidad es tan insultante que ya ha sido capaz de arrebatar el récord de jugador más joven en debutar con el Barça Atlètic a un tal Lamine Yamal. Muchas expectativas y un objetivo en el club: rematar las negociaciones con Mendes para su renovación. El 30 de junio acaba contrato.

Su irrupción recuerda a otras perlas de la cantera, pero entre los técnicos consultados para este reportaje hay una unanimidad en catalogar a Guille como "un rara avis". La cuestión, entonces, es: ¿Qué le hace ser tan especial? Iván Carrasco, que sabe lo que es entrenarlo en el Cadete A, lo tiene claro: "Lo que más me impacta pertenece a su naturaleza y lo distingue del típico interior del Barça", apunta con algo de suspense.

"Muchos mediocampistas del Barça juegan para recibir y tocar pero él juega para la verdad del fútbol, que es el gol, y eso nadie tiene que quitárselo. Me dicen que necesita pausa pero yo les digo que no. Lo que lo hace diferente es que él se relaciona con el balón y los compañeros para buscar el gol".

"Un centrocampista muy delantero"

El analista Albert Morén, autor de El fútbol después de Pep y comentarista en DAZN, responde a la pregunta apuntando a tres aspectos. "Los dos primeros tienen que ver con sus condiciones, técnica y físico. Es un futbolista que tiene unes herramientas muy potentes para ejecutar su juego", empieza diciendo.

"A nivel técnico, yo destacaría su control y su golpeo, y a nivel físico es un chico muy desarrollado para su edad, con un tren inferior potentísimo para la arrancada o el cambio de ritmo y dirección, y un tren superior también fuerte para resistir los duelos. Y luego está el perfil de centrocampista que es, que es un perfil de centrocampista 'muy delantero'. Un centrocampista con mucha capacidad para influir arriba, con mucho desborde interior que a mi me parece que es donde cada vez se empiezan a marcar más las diferencias".

A diferencia de Carrasco, Morén sí cree que debe aprender a bajar de revoluciones de cara al salto al máximo nivel. "Me parece importante la capacidad que tanga de incorporar también la gestión de la pausa en su juego, sobre todo si su futuro es como interior, para poder ser un centrocampista más versátil y que pueda aportar coses distintas dependiendo del contexto del partido".

"Es un jugador que va al hueso, que va por faena. Coge el balón y no especula"
Iván Carrasco, exentrenador del cadete

Lo primero que llama la atención de Guille Fernández es ver el cuerpo de un jugador profesional en un niño. Es un caso atípico de La Masia, donde los mediocampistas parecen seguir un patrón de laboratorio: bajitos y productos por hacer. Él es otra cosa: un interior con envergadura, que destaca más por sus conducciones y desequilibrio que por el primer toque.

Guille entra por los ojos incluso por los detalles: todos tenemos un imaginario de grandes talentos que juegan con las medias bajadas. Los técnicos destacan, además, otro aspecto clave para su proyección a la élite: su carácter competitivo.

Dani Horcas, su técnico en el Alevín C, lo recuerda: "Tiene claro que quiere ser futbolista. Es muy introvertido pero cuando llegas a él es un chico diez y en los entrenos es el mejor. Puro sacrificio. Lo quiere ganar todo: cuando pierde un par de balones se vuelve loco".

También Carrasco apunta en esta dirección: "Es muy líder, cuando las cosas no van bien, rema hacia adelante y levanta al compañero. se toma los entrenamientos como lo que le permitirá mejorar. No era el chico más sociable pero tampoco era el más callado. Es muy competitivo y te exiges mucho a ti como entrenador y al que tienes al lado".

Las claves de su entorno

Para Horcas, que negoció con el padre de Guille su fichaje por el Barça, para entender la evolución del chico es clave conocer su entorno. Su familia, de raíces gitanas, está muy encima de su desarrollo. “El entorno es lo mejor que tiene. Sus padres son clave. Son gente superhumilde y cercana: cuidan al niño. Lo guían: están muy encima de la alimentación y el descanso".

En el club son conscientes de que no pueden dejar escapar un jugador de su potencial. Guille termina contrato el 30 de junio, momento en el que entra en la etapa juvenil y, por lo tanto, puede firmar un contrato de tres años de duración. Las negociaciones avanzan y hay optimismo entre las partes.

Para Carrasco la clave para poder llegar al primer equipo es que Guille siga siendo Guille. "Los decíamos mucho en el cuerpo técnico: era Guille y 10 más. Es un jugador que va al hueso; va a por faena. Coge el balón y no especula, mira hacia adelante y es un generador de estrés constante para los rivales", subraya Carrasco. "Lamine es un elegido que está en otra dimensión y no es comparable, pero Guille está en el siguiente escalón".

"Lamine es un elegido que está en otra dimensión y no es comparable, pero Guille está en el siguiente escalón"

Iván Carrasco, extécnico del cadete

Protagonista en las inferiores de la selección

Radiografía del último niño prodigio

SPORT ha podido conversar con técnicos y entrenadores que conocen a fondo a Guille y nos han ayudado a dibujar un retrato futbolístico del potencial de este futbolista. Sus virtudes, los aspectos que ha pulido en sus años en la cantera del Barça y otras características que tendrá que mejorar para ser un jugador de élite.

Puntos fuertes

-Potencia física extraordinaria: Una de las grandes virtudes de Guille es su complexión física. El de la Zona Franca no aparenta tener 15 años en absoluto. Es capaz de luchar y ganar duelos ante cualquier jugador veterano de la Primera Federación. Guille es muy potente y flexible y por su edad todavía puede ganar mucha masa muscular y ganar fuerza. Cuando arranca parece una estampida gracias a su enorme potencia.

-Nivel técnico muy elevado: Desde que llegó al Barça procedente del Espanyol en el verano del 2008, Guille ha lucido en todas las categorías una calidad técnica depurada. Muy seguro y fino a la hora de controlar y conservar el balón, buen regateador, preciso en el pase y con un chut deslumbrante el centrocampista barcelonés está dotado de unas virtudes técnicas de primer nivel.

-Capacidad de llegada desde la segunda línea: Guille siempre ha tenido una habilidad especial para llegar desde atrás. Nunca ha sido un jugador de estar en el área pero sí un futbolista de aparecer por sorpresa desde la segunda línea. Tiene el gol metido en la cabeza, siempre piensa en marcar y eso le da ventaja respecto al resto. Cuando dispone de oportunidades para marcar suele tener un porcentaje muy alto de acierto.

- Capacidad goleadora: Aunque nunca ha jugado como delantero siempre ha sido un futbolista con una relación privilegiada con el gol. Es diestro pero remata con las dos piernas y de cabeza siempre puede sorprender. Su capacidad para definir ante el portero es excelente ya sea con remates lejanos y potentes o con chuts más colocados y en distancias cortas.

-Carácter competitivo: Guille es un futbolista 100% ganador. Tanto en los entrenamientos como en los partidos muestra un espíritu combativo enorme y disfruta compitiendo. Ante la dificultades se crece y logra siempre contagiar a sus compañeros un instinto ganador único. Su mentalidad es de jugador de élite.

-Ganas de aprender y superarse a sí mismo: Para progresar en cada partido Guille se exige a sí mismo una mejora constante. Está muy abierto a los consejos e indicaciones de los entrenadores y muestra una predisposición total para pulir defectos. No es nunca conformista. Muestra un equilibrio perfecto entre el jugador de calle y el futbolista académico.

Jaume Marcet, experto en La Masia, explica qué hace especial a Guille Fernández

Jaume Marcet, experto en La Masia, explica qué hace especial a Guille Fernández

Detalles que el Barça ha pulido

-La implicación y eficacia a nivel defensivo: Con el paso de los años ha mejorado sus prestaciones defensivas. En sus primeros años en el club no necesitaba de estos aspectos para ser competitivos pero a medida que se acerca a la élite, logra pulir la capacidad de ser efectivo en la fase defensiva. Durante su formación no ha necesitado una implicación máxima en defensa pero ahora es consciente que para triunfar en la élite la implicación y compromiso en la fase defensiva debe ser total.

-La reducción de balones perdidos en zonas comprometidas: Guille es un jugador al que le gusta arriesgar y buscar mejorar cada jugada y esto en ocasiones le ha provocado caer en pérdidas innecesarias de balones en zonas peligrosas. Con los años ha mejorado en la elección del momento en el que hay que asegurar el pase y arriesgar menos.

-La gestión de la frustración: Sus ganas de ser mejor cada día le han provocado en ocasiones un sentimiento de rabia o frustración cuando las cosas no funcionan. Si el partido se complica o el contexto es adverso ha tenido épocas en las que le costaba dar su mejor versión. Ahora sabe gestionar con mayor madurez estos momentos delicados. Los entrenadores aprecian su inteligencia para saber como actuar en los diferentes contextos de un mismo partido.

Aspectos mejorables

-Acertar en el último pase: Su confianza y facilidad para resolver con calidad jugadas de ataque le ciega en ocasiones y menosprecia la posibilidad de ser generoso y regalar pases de gol a los compañeros. Tiene el talento para asistir con mayor frecuencia y saber mezclar la finalización individual con el pase al compañero.

-Leer el juego en espacios reducidos: Aunque Guille tiene técnica para decidir y jugar con criterio en espacios reducidos su mejor versión es cuando dispone de metros por delante para acelerar la jugada. Está trabajando para mejorar la finura en los espacios reducidos.

-Saber cuando toca pausar el juego: Guille es un jugador al que le cuesta dosificarse y que lo da todo en el terreno de juego. También le cuesta saber cuando toca pausar el juego y asegurar los pases, se siente tan capaz de desequilibrar que a veces asume excesivos riesgos. También es cierto que hay quién piensa que no hay que frenar en ningún caso la verticalidad de Guille, un aspecto que le convierte en un jugador muy especial.

"Tiene desparpajo, se sitúa bastante bien en las zonas que requiere su posición y después una calidad con los pies importante y este atrevimiento para después ir en frente"
Rafa Márquez

Una cuestión familiar: Su primo, otro talento

Guille llegó en el verano del 2018 al Alevín C del Barça acompañado se su primo Toni Fernández. Ambos han ido subiendo categorías con gran naturalidad exhibiendo un formidable nivel técnico.

Los dos son futbolistas de toque y con gol pero, aunque a veces juegan juntos en el centro del campo, sus características son diferentes. Toni es un mediapunta zurdo del Juvenil B muy creativo que puede jugar de interior, extremo o falso 9.

La intrahistoria de un fichaje complejo

La espera

Guille Fernández Casino empezó a jugar al fútbol en la escuela del Espanyol junto con su primo Toni. El Barça se fijó enseguida en ambos jugadores y en un torneo en Cardedeu en el 2015 el primer técnico del Barça que valoró el gran potencial de Guille fue David Sánchez, entonces entrenador del prebenjamín blaugrana.

El Espanyol le ofreció a Guille pasar de la escuela al fútbol base blanquiazul y el Barça en aquel momento prefirió esperar a su evolución como prebenjamín y benjamín antes de apostar por su incorporación a la cantera. Después de un torneo brillante en el campo del Molletense, en el 2017, Albert Puig Alcaide le mostró a los padres de Guille el interés real del Barça para ficharlo. Más adelante el coordinador del fútbol-7 del Barça Marc Serra delegó en Dani Horcas la gestión de intentar convencer a los padres para dar un paso del Espanyol al Barça que nunca es sencillo por la rivalidad de ambas entidades.

Una charla decisiva

El entonces entrenador del Alevín C del Barça supo esperar el momento idóneo y después de una goleada del benjamín blaugrana al Espanyol de Guille y Toni en el torneo Iscar Cup, Dani Horcas decidió hablar con el padre de Guille para convencerlo de que el salto a la cantera del Barça sería positivo para su hijo.

Guille Fernández con su hermano Juan y su primo Toni en el verano del 2018

Guille Fernández con su hermano Juan y su primo Toni en el verano del 2018

Horcas se reunió entonces con el padre de Guille en una panadería de Sant Cugat. La predisposición para fichar por el Barça era muy buena pero había algunos pequeños detalles que el técnico del Barça supo negociar con habilidad. Para el desarrollo futbolístico de Guille a su padre le preocupaba que en el Barça las plantillas en el fútbol-7 eran muy amplias y los minutos estaban muy repartidos. Horcas se comprometió a darle muchos minutos si entendía que este era un factor importante para su decisión de futuro.

Un fichaje de club

La incorporación de Guille a la cantera del Barça había sido, como siempre, un trabajo colectivo de los técnicos del fútbol formativo del Barça. En la captación de Guille fueron clave muchas personas empezando por los informes de David Sánchez, los primeros contactos de Albert Puig, la apuesta futbolística de Marc Serra, el diálogo con la familia de Dani Horcas y la aprobación de todo de los responsables del fútbol formativo Aureli Altimira y Jordi Roura.

Muchos minutos para desarrollarse

Otra pequeña concesión que se le dio a Guille fue permitirle lucir en los torneos su dorsal preferido, el '7'. En los partidos de Liga el club blaugrana no hace excepciones y cada jugador luce el número que corresponde a su posición y el de Guille era el '6' correspondiente al segundo centrocampista.

En el campeonato liguero Dani Horcas otorgó a Guille el 83% de los minutos y las primeras 23 titularidades un hecho que provocó que el coordinador Aureli Altimira le aconsejara repartir más los minutos. El Barça tiene la política de repartir los minutos en estas categorías más pequeñas de manera muy equitativa entre todos los jugadores, pero Horcas era consciente que la palabra que le había dado al padre de Guille era oro y había que cumplirla.

Guille Fernández se estrenó en el Alevín C del Barça que dirgía Dani Horcas

Guille Fernández se estrenó en el Alevín C del Barça que dirgía Dani Horcas

Un profesional prematuro

El comportamiento de la familia de Guille era excelente en todo momento y Dani Horcas sentía además que Guille se estaba ganando a pulso en los entrenamientos y partidos su peso especial en el equipo. El técnico blaugrana alucinó con el primer entrenamiento del jugador de la Zona Franca. Pese a que en el Espanyol no se entrena el juego de posición como en el Barça Guille se salió en su primera sesión mostrando un nivel técnico y de entendimiento del juego enorme.

Guille de espaldas, en la imagen junto a su primo Toni. Ambos llegaron al Barça procedentes del Espanyol cuando eran alevines de primer año

Guille de espaldas, en la imagen junto a su primo Toni. Ambos llegaron al Barça procedentes del Espanyol cuando eran alevines de primer año

El gran salto al filial

La actitud madura y la mentalidad competitiva de Guille no era la habitual de un chico de 11 años. Su comportamiento era más propio de un profesional que de un niño. Cuidar la alimentación y mostrar un compromiso total eran detalles muy valorados por sus primeros entrenadores que le tenían por un jugador ejemplar en el campo y el vestuario.

Con un año de trayectoria en el club Jordi Pérez disfrutó en el Alevín a de un Guille cada vez más diferencial sumando goles, asistencias y liderazgo en el campo con una autoridad inédita en un chaval tan joven. Guille disfrutaba del fútbol con su primo Toni, ambos inseparables en las categorías inferiores del Barça, y ahora sueña con que su hermano Juan (Sub-12 B) siga su camino y vaya superando etapas.

Guille, de 15 años, sigue creciendo a un ritmo vertiginoso. En la temporada pasada, siendo cadete de primer año jugó a un nivel estratosférico con el Cadete A de Iván Carrasco y en el actual curso ha deslumbrado en el Juvenil B de Pol Planas y el Juvenil A de Óscar López hasta asentarse en el Barça Atlètic que dirige Rafa Márquez.