Rutinas de entrenamiento en ciclismo gravel y terrenos mixtos

Publicado por
Tomás Aguirre
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El gravel está en horas altas. Basta ver el interés que despierta en el mundo del ciclismo la Strade Bianche, clásica que muchos ya consideran el sexto monumento. Grandes figuras del ciclismo mundial disputan pruebas en la disciplina, como Mathieu Van der Poel, Gianni Vermeesch o Alejandro Valverde.

¿Es la adrenalina de combinar terrenos mixtos y superar obstáculos y senderos off-road? ¿Es la curiosidad por descubrir una disciplina nueva? Sea la razón que sea, el ciclismo de gravel gana protagonismo y las búsquedas de rutinas de entrenamiento son cada vez más constantes.

Carreras de un día frente a pruebas de ultrafondo

Para saber cómo prepararte, lo primero es tener claro qué tipos de pruebas son las más comunes en el gravel. Son dos, las carreras de un día y las competiciones de ultrafondo.

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  • Pruebas de un día: tienen distancias que oscilan entre los 50 y los 150 kilómetros. Son accesibles para la mayoría de los ciclistas, y en ellas se premia más la técnica, las altas intensidades y los desniveles elevados. Los participantes combinan resistencia con velocidad y destreza para manejar la bicicleta en terrenos irregulares
  • Pruebas de ultrafondo: tienen distancias superiores a 200 kilómetros e incluso pueden abarcar varios días. Requieren un mayor compromiso a nivel de preparación física y no se busca tanto el despliegue de habilidades técnicas, sino la resistencia y la fortaleza mental. El control de los niveles de fatiga a través de la alimentación y la hidratación también es importante.

Entrenamiento esencial para practicar ciclismo gravel

Este resumen es válido tanto para pruebas de un día como de ultrafondo. Es una base que posteriormente se puede completar con entrenamientos específicos en función de la dureza de cada competición.

  • Sesiones de ciclismo con esfuerzos aeróbicos superiores a las dos horas de duración tres veces en semana, con niveles de frecuencia cardíaca máxima (FCmax) en torno al 70% y episodios de alta intensidad en los que se supere el 85% Fcmax.
  • Entrenamiento anaeróbico. Puedes practicar series con sprints cortos y explosivos o subidas a repechos y colinas en las que alternes esfuerzos aeróbicos con momentos de trabajo anaeróbico.
  • Mejora de la técnica sobre la bicicleta. El gravel se caracteriza por discurrir sobre pistas con terrenos irregulares y alternar estos escenarios con ciclismo on-road. Esto obliga a desarrollar habilidades de equilibrio y dominio sobre la bicicleta: frenadas, aceleraciones, control sobre el GPS… Para dominar estas variables es imprescindible trabajar la concentración y la visualización del terreno.
  • Trabajo muscular y de estabilización. En las bicicletas gravel, al no tener suspensión delantera, el cuerpo actúa como agente de amortiguación. Para lograrlo debes incluir en tu preparación ejercicios de movilidad y flexibilidad con rodillos tipo foam, fitballs y sesiones de fuerza que incluyan a todos los grupos musculares.

Rutinas recomendables para pruebas de ultrafondo

Las pruebas de ultrarresistencia no requieren tanto de un dominio experto sobre la bicicleta. No suelen contar con descensos técnicos, tramos en los que se alternen muchas subidas ni bajadas ni cambios drásticos entre superficies. Su dificultad radica en el elevado kilometraje y la capacidad del ciclista para mantenerse hidratado y bien nutrido en todo momento.

En función del tipo de competición a preparar existen diferentes dinámicas que van asociadas al nivel de exigencia. Si bien todas ellas suelen contar con algunos elementos en común:

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  • Combinar la preparación ciclista mediante simulaciones de carrera con entrenamientos de fuerza y equilibrio. En estas simulaciones es aconsejable utilizar los accesorios y elementos que se llevarán en la prueba y alimentarse de un modo similar al día de la competición.
  • Diseñar fases en la preparación en la que se distingan periodos diferentes: una etapa base para ganar fuerza aeróbica, una etapa de alta intensidad con refuerzos de volumen (dominio de series con tiradas largas esporádicas) y un periodo de volumen con recordatorios de intensidad (reducir el número de tiradas largas con mucho desnivel).
  • Incluir un día de descanso total en la preparación a la semana y añadir entrenamientos cruzados (running, natación, actividad cardiovascular en el gimnasio) para despejar la mente y no caer en el exceso de entrenamiento sobre la bicicleta.

Consejos para mejorar la habilidad técnica sobre la bicicleta

El gravel alterna la emoción del ciclismo de montaña (cambios de superficie, obstáculos constantes, mayor despliegue de habilidades técnicas), con el ciclismo de carretera y su enfoque hacia la eficiencia aerodinámica. Pero, lejos de lo que mucha gente piensa, no es una modalidad a medio camino, sino que tiene características propias que hay que conocer.

Tomar curvas con las bicicletas gravel

En ciclismo de carretera y de montaña, la norma para tomar una curva es aproximarse a ella con el cuerpo lo más alineado posible con la bici y cambiar de desarrollo antes de llegar. En gravel hay que seguir esta misma indicación, pero habitualmente la parte interior de la curva suele ser más áspera, por lo que no ofrece una trazada limpia.

La recomendación es controlar la velocidad sin ir excesivamente despacio y estirar completamente el pie del exterior, para que el pie interior no tenga opciones de tocar el suelo al inclinar el cuerpo en la curva.

Cuidar en todo momento el nivel de desarrollo

El gravel es menos monótono que el ciclismo de carretera. En las pruebas hay continuos repechos, bajadas y cambios de pendiente. Es importante que, como ciclista, estés preparado para cambiar las marchas y no perder velocidad; o enfrentarte a situaciones problemáticas como no poder sacar la cala del pedal.

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La clave es la anticipación, lo que implica poner el foco en el obstáculo inmediato a superar y echar la vista unos metros adelante.

Adoptar una posición de protección en bajadas inestables

En bajadas difíciles, con muchos baches, resaltos y obstáculos, elévate sobre el sillín, mantén rodillas y codos flexionados y mira al frente. Así conseguirás una posición estable sobre la bicicleta que te ayudará a amortiguar mejor.

Esta posición se complementa con un agarre bajo del manillar, especialmente en terrenos de mucha vibración, para controlar mejor la bicicleta, controlar mejor el freno y evitar posibles caídas.

Subidas en gravel

Otra diferencia del gravel con respecto al ciclismo de carretera es la posición a adoptar en las subidas. En esta modalidad hay que mantenerse apoyado sobre el sillín el mayor tiempo posible y aportar potencia la máxima potencia con las piernas.

A su vez, es aconsejable acercar el pecho hasta el manillar y desplazarse hacia adelante, de modo que la tracción continúe sobre la rueda trasera.

Ya conoces las nociones básicas para diseñar entrenamientos en gravel. Las principales claves son comprender que es una modalidad diferente al ciclismo de carretera y al de montaña, donde se premia la capacidad física y la agilidad para mantenerse estable sobre la bicicleta. A partir de ahí, las premisas en la preparación pueden variar en función del tipo de prueba a disputar.

 

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Tomás Aguirre