Cualquiera de nosotros se machaca por lograr el mejor puesto posible o por hacer un minuto menos en una competición de aficionados. Y nada más terminar buscamos la clasificación como si nos fuese la vida. Pero el ciclismo profesional es diferente como vamos a entender a partir de ahora. Y nos lo va a explicar José Luis Laguia:
“No, aquí no se trata de eso”, asegura Laguia. “Esto es un trabajo, no una competición amateur. Y cada uno tiene claro lo que debe hacer. Y eso está marcado. Y cada día antes de salir se distribuyen los trabajos igual que en una obra: uno hace la albañilería, otro la carpintería… Aquí no se te paga para sobrevivir porque la supervivencia no da ningún impacto”.
“En definitiva, si tienes más de 23 años no hay diferencia entre hacer 20 o 105 en la general del Tour. Más bien al contrario. Me explico: en cualquier carrera se premia más la valentía que el conservadurismo. El 20 o 25 en el Tour lo puede hacer cualquiera que no deba trabajar y apriete el culo cuando se hace grupeto. Pero normalmente eso no le gusta a nadie. Ni a los compañeros ni al equipo. Lo lógico es perder mucho tiempo si no puedes estar en la pelea y buscar tu día en una escapada”.
Laguia recuerda: “Hay que partir de la base de que todo el mundo, que está en un Tour, es buenísimo. Pero entre esos, que son buenísimos, lo que marca la diferencia es la valentía, la creatividad. En definitiva: se prefiere a alguien que un día haga algo especial. Pero no es fácil. No todo el mundo tiene esas capacidades. Sobre todo a partir del día 12 cuando todos comienzan a estar enfermos”.
“Se mide la actitud y el trabajo que has hecho. A lo mejor, el penúltimo clasificado tiene más impacto que el 25 porque dio un bidón en un momento esencial. Sin embargo, el 25 es posible que se haya limitado a sobrevivir sin arriesgar, sin ninguna trascendencia. E insisto: eso no se valora en el ciclismo profesional. Se prefiere a alguien que un día haga algo especial”.
“Sí, porque un equipo es como un departamento de RRHH en una situación extrema. Tienes una serie de corredores. Debes otorgar a cada uno un papel según las estadísticas que tenga. Y el ciclista tiene presente que, si no cumple, lo puede perder todo. Y eso es durísimo. Sobre todo cuando pierdes al líder o te quedas sin opciones en la general, que es lo peor que te puede pasar. No sabes que hacer. Te conviertes en un bulto”.