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¿Puedo yo (o tú) correr un Ironman?

Publicado por
Roberto Varona
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Me gusta correr, sí, pero ni me planteo un Ironman con lo que implica: 3.800 metros de natación, 180 km en bicicleta y 42,195 de carrera a pie. Además, prepararlo debe ser casi como una profesión que requeriría un tiempo que me parece que no tendría.  Ahora, las prioridades son otras.

La pregunta sólo surge porque he venido a pasar unos días a Frankfurt y no dejo de ver rótulos del Ironman (que se celebra mañana domingo, 18 de agosto) por casi todas partes de la ciudad como si se tratase de la celebración del día de Navidad.

Una alfombra roja (que parece la de los Oscars de Hollywood) conduce desde el río Meno hasta la plaza de Romerberg, donde se ha instalado la pancarta de meta. Y da envidia porque tiene que ser muy bonito y emocionante llegar hasta ahí (‘the end’).

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Pero uno tiene que bajar los pies a la tierra. Esto está reservado para gente muy especial que, además, ha dedicado muchas horas de su vida en la preparación.

 

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Yo sólo estoy escribiendo de ello porque en estos días de vacaciones en Alemania me ha llamado la atención esa palabra (Ironman) que nunca había contemplado tan de cerca.

Sin embargo, esta vez tengo la oportunidad de acercarme a un hombre de aspecto fuerte que dice llamarse Klaus, que está sentado relajado a la orilla del río Meno y que viste la camiseta que lo convirtió en finisher en la edición anterior. “Yo trabajo de bombero en Múnich y tengo tiempo para prepararme”.

Hablamos en inglés. “No sé el número de horas semanales. Pero calculo que superará las 15 horas. Me gusta. Soy single y esta afición está en mi vida, sobre todo cuando llega la primavera y los días son mas largos”.

El domingo le espera la plaza de Romerberg, donde se ha instalado el precioso dispositivo de meta con gradas supletorias en pleno corazón histórico de la ciudad del Meno. Pero antes le queda mucho esfuerzo y trabajo que a mí me lleva a la siguiente deducción:

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Si es difícil dormir 10, 12 o 14 horas seguidas, no me atrevo a pensar lo que es estar haciendo deporte sin parar durante todo ese tiempo.

Pero hay gente de carne y hueso que lo logra y lo va a volver a lograr el domingo. Yo sólo quería agradecer la oportunidad que me ha dado Frankurt de ponerme en su piel y de relatar estas líneas en mi teléfono móvil para compartirlas con vosotros.

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Roberto Varona