Pogacar gana en la etapa del Galibier del Tour de Francia 2024. Foto: Tour de Francia
Una vez más el puerto del Galibier fue el juez supremo del Tour de Francia. Cada corredor llegaba, uno a uno a sus puertas, mostraba sus fuerzas para intentar a la cima lo antes posible y el puerto les iba poniendo en su sitio. Y ahí fue donde el UAE mostró su potencia e impuso un ritmo que destrozó el pelotón.
La escapada de 17 integrantes entre los que se encontraba Mathieu van der Poel, el líder del equipo belga Alpecin-Deceuninck fue neutralizado antes de empezar la parte más dura del Galibier, justo antes de llegar al col de Lautaret. A partir de entonces la gran pregunta fue: ¿cuándo atacará Pogacar?
El infernal ritmo de los integrantes del UAE iba descolgando ciclistas sin descanso. Solo Bardet, Vingegaard, Pogacar, Matteo Jorgenson, Evenepoel y una decena más de corredores aguantaban las rampas de más del 9% que hacen que el Galibier sea uno de los puertos más importantes del Tour.
Fue entonces cuando, a unos 800 metros de la cima Pogi decidió probar a sus competidores, principalmente Vingegaard y Evenepoel. Evenepoel no le aguantó ni 50 metros y Vingegaard duró un poco más… pero al final, en la cima del Galibier, le sacó 10 segundos al corredor danés.
La bajada, con rampas de más del 10% era perfecta para coger velocidad, pero los corredores sabían que no podían arriesgar demasiado. Además, el agua del deshielo hacía que ciertas partes del asfalto estuvieran mojadas, lo que invitaba a la prudencia.
Pogacar apretaba en la bajada e iba aumentando su distancia con Vingegaard y el resto de competidores. Remco Evenpoel perdía tiempo kilómetro a kilómetro lo cual podía poner en peligro su posición en la general frente a Carlos Rodríguez. Roglic, Ayuso, Almeida y el resto de perseguidores intentaban agruparse para trazar las curvas mejor y no perder mucho tiempo.
Al final Pogi ganó con solvencia y se pone líder de un Tour que parece que lleva su nombre desde hace semanas. Habrá que ver si consigue mantener estas diferencias no solo en las etapas de montaña, sino también en las contrarrelojes.
Un etapón de los que hacen afición. Un Pogacar que ha vuelto a demostrar por qué todo el mundo cree que es el principal favorito para ganar el Tour.