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Maillot con chaleco, ¿por qué es la combinación ganadora en ciclismo?

Chaleco ciclismo
Chaleco para ciclismo - Foto: Sundried

Tras años de rodaje, de probar prendas, de sufrir las inclemencias meteorológicas, de tener que llevar pesados abrigos… muchos ciclistas acaban apostando por la combinación ganadora: maillot + chaleco. ¿Por qué? Te contamos las razones de peso que te harán plantearte esta posibilidad (si no lo has hecho ya, claro).

El desarrollo de tejidos con, cada vez mayores prestaciones ha permitido que los ciclistas podamos disfrutar de nuestro deporte favorito sin jugarnos un constipado, pasar frío, que la lluvia nos cale hasta los huesos o que pongamos en peligro nuestra integridad.

Y también han permitido que minimicemos la cantidad de ropa que debemos llevar puesta o de repuesto para lidiar con estas condiciones meteorológicas.

Actualmente los maillots funcionan como una segunda piel. Son transpirables y a la vez permiten mantener el calor del cuerpo, lo que supone un beneficio evidente a la hora de rodar con ellos, pues en el momento de sudar, dicha agua se evapora rápidamente y evita la sensación de frío. Incluso han desarrollado maillots para lugares especialmente fríos creados con lana merino, abrigada y que evita el repulsivo olor a sudor rancio tras una salida.

Además, estos maillots consiguen frenar el viento, son aerodinámicos al ir muy ceñidos al cuerpo y en caso de lluvia son ligeramente hidrófugos y permiten igualmente un secado rápido cuando la lluvia es intensa.

Protección del pecho

En las bajadas los ciclistas podemos llegar a velocidades de más de 60 kilómetros por hora, lo que supone una bajada importante de la sensación térmica. Y más si estamos sudados tras el esfuerzo de la subida y si las temperaturas son inferiores a los 10 grados.

Este aire frío sobre la parte frontal de nuestro cuerpo puede ocasionarnos un resfriado. De ahí que con un chaleco podamos proteger la parte más sensible y expuesta de un ciclista: el pecho. El frío en nuestros brazos no es problemático, pero en el pecho puede ser más complicado y molesto.

Y para abrigar el pecho, como ya sabrás, no hace falta una chaqueta grande que ocupe demasiado. Un chaleco de calidad, que corte el viento, que guarde el calor e incluso que sea impermeable bastará para reducir esa sensación de frío.

Además el chaleco, al tener menos tela que una chaqueta entera permitirá una transpirabilidad más alta y una gran versatilidad. Podremos guardarlo en los bolsillos o abrirlo en caso de que el tiempo mejore o que estemos realizando un mayor esfuerzo físico.

Tipos de chalecos

Evidentemente no todos los chalecos son iguales. Para decidirnos por uno o por otro deberemos pensar en qué condiciones lo usaremos. No es lo mismo querer un chaleco para invierno que para verano. Igual que no es lo mismo un chaleco que necesitamos que sea impermeable frente a uno que no requiera de esta impermeabilidad.

Los chalecos de invierno, son abrigados tanto en la parte delantera como la trasera. Sin embargo los chalecos de entretiempo suelen llevar una rejilla en la parte trasera para permitir una mejor transpiración.

En definitiva, cada ciclista es un mundo, pero la versatilidad de una prenda pequeña y plegable como el chaleco es la elección de muchos ciclistas. Y no nos extraña nada, vistas sus prestaciones y posibilidades.


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