La experiencia y la confianza otorgan “el poder” de volver a luchar con más ímpetu una victoria de etapa. Un triunfo que se tiene que trabajar kilometro a kilómetro y que demuestra el buen hacer de ese ciclista durante toda la jornad. Una hazaña que cuesta fuerzas, esfuerzo y tiempo en un Tour de Francia en donde no cualquiera triunfa. Hasta hoy siete equipos diferentes habían ganado una etapa.
Y la octava victoria ha sido para un coloso Biniam Girmay que ha confirmado este sábado su candidatura como uno de los mejores sprinters del momento y del Tour. El eritreo lo ha conseguido por segunda vez después de su victoria en la tercera etapa. Y lo ha hecho nada más que por delante del gran Jasper Philipsen que no acaba de encontrar su mejor versión a pesar de siempre estar presente en los sprints.
That was a close one, but another #TDF2024 stage win for 🇪🇷 @GrmayeBiniam 🤩
Relive the final KM of another fantastic sprint finish.C’était serré, mais c’est une autre victoire d’étape sur le #TDF2024 pour 🇪🇷 @GrmayeBiniam 🤩
Revivez le dernier KM d’une fantastique… pic.twitter.com/BZ5ZHERgSO— Tour de France™ (@LeTour) July 6, 2024
El ciclista eritreo culminó un sprint cerrando en una etapa 8 de 183 km y 2.600 metros de desnivel entre Colombey-les-Deux-Églises. Un día con la lluvia como protagonista y donde, un día más en este Tour 2024 no ha habido tregua en ningún momento, y donde se ha formado una fuga inicial de 3 hombres.
Épica aventura
Dos ciclistas del Education First, Neilson Powless y Stefan Bissegger junto a Jonas Abrahamsen (Uno-X Mobility), el actual líder de la montaña disfrutaron de 6 minutos de ventaja con el pelotón hasta que el del Uno-X Mobility se escapó en solitario.
Su aventura finalizó a 14,5 kilómetros de la línea de meta tras 140 km rodando en solitario. El noruego no pudo culminar una jornada épica en la que estuvo un total de 169 km como fugado. Abrahamsen acusó el desgaste durante un día con lluvia, frío y viento. Una situación aislada, pero que siempre está presente en el Tour de Francia.
Pero, la lluvia no fue un obstáculo para que los equipos de los sprinters cimentarán la llegada con antelación. Tras un pequeño susto a 2,7 kilómetros de acabar, cuando un par de corredores salvaron un toque en medio del pelotón, se lanzó el esprint definitivo.
Al final, un poderoso Girmay pudo arrebatar ‘in extremis’ la victoria al sprint por delante de los también especialistas Jasper Philipsen y Arnaud de Lie. Un final en ligera subida y peligroso por el agua y la humedad que había en la calzada.
Batalla en Troyes
Las condiciones en el terreno volverán a ser exigentes este domingo 7 de julio con la etapa 9 que, aunque no se prevé clave. Una jornada de 199 km con 14 tramos de gravel. Un día complicado, pero bonito, con 32,2 kilómetros de sterrato que empezarán y acabarán en la ciudad de Troyes. Un terreno para probar a los favoritos y en especial al líder de la general, Tadej Pogacar.
Un esloveno que no pudo repetir triunfo en la primera de las dos contrarrelojes del Tour. Una crono en la etapa 7 en donde Remco Evenepoel marcó el mejor tiempo con final en Gevrey Chambertin y lo hizo 11 segundos por delante del actual maillot amarillo.
