Es complicado olvidarse de la clasificación general después de toda una vida. Pero Enric Mas, a sus 29 años, ha asumido que su trabajo en Movistar en este Tour consiste en eso.
Le esperábamos, como tantas veces, entre los diez primeros en la general. Ha sido quinto (2020) y sexto (2021) en el Tour de Francia. Pero lo único que hemos visto ha sido aumentar los minutos en la general, a más de una hora del líder.
No ha sido, ni mucho menos, el Enric Mas que conocíamos.
Pero ayer su imagen cambió.
En la etapa reina de los Pirineos, coronando el Col d’Agnes, reapareció Enric.
Valiente desde el primer momento. Sabiendo que ya no hay nada que perder. Tanto para él como para Movistar, que busca esa victoria de etapa.
Al final, no pudo ser. Pero el ciclista mallorquín disfrutó en “un mundo nuevo para él”, el de las escapadas para buscarse la vida.
Y lo importante es que estuvo ahí. Incluso a falta de 10 kilómetros, donde se atrevió a lanzar un ataque frente a Carapaz y Hindley. Después, la batalla entre Pogacar y Vingegaard echó por tierra cualquier opción de victoria.
Pero no pasa nada. Lo importante es intentarlo. Aún queda tiempo. “Voy a seguir intentándolo; queda una semana más”, declaró.
Unas palabras que nos demuestran que, pese a ser complicado de asumir, Enric Mas está motivado con su nuevo rol en el pelotón y que la humildad también es importante.
