Decathlon/José Antonio Cambil
Puro ciclismo. Cumbre de Monachil (Granada), más de 800 metros de altura, 33 grados a las 15 horas de la tarde de un domingo. Los primeros escapados subían la cumbre granadina ante los ánimos y el griterío de una fiel afición que les animaba.
Las caras de los ciclistas mostraban la dureza de la vertiente de Monachil (Alto de El Purche). Unos corredores que esperaban coronarlo para poder disfrutar del descenso mientras se hidrataban y comían algo.
Esta primera ascensión de las tres era un aperitivo de la espectacular etapa reina que desde BICIO pudimos vivir en directo. Toda una experiencia ciclista gracias a la invitación del entonces equipo del líder de la Vuelta a España, el Decathlon Ag2r la Mondiale.
Un equipo que también nos permitió vivir de cerca la etapa reina del Tour y que corre su primer año con su principal patrocinador, Decathlon, que les provee con las bicicletas Van Rysel.
Ese mismo domingo 25 de agosto, siempre dirigidos por Mikaël Cherel, exciclista de la escuadra francesa que coordina las invitaciones de clientes, nos disponíamos a seguir en vivo una de las mejores etapas de la Vuelta.
Una jornada de montaña con 3 puertos de primera categoría entre Motril y Granada que disfrutamos junto al director comercial de ciclismo de Decathlon en España, Juanjo Uzquiano y la directora de Relaciones Públicas y Comunicación Corporativa de Decathlon en España, Diana Expósito.
Como era un día muy importante para el equipo, nos desplazamos primero a la salida para ver la puesta a punto de la carrera. Decenas de aficionados esperaban bajo el calor incesante la salida desde Motril. Camiones aparcados y mecánicos y staff haciendo los últimos retoques para una carrera de 178 km.
Miles de bicicletas de diferentes marcas y modelos, las Cervélo del Visma, la Canyon del Movistar, las Specialized del Soudal y entre ellas las Van Rysel del Decathlon. Unas bicicletas que pudimos ver y analizar el sábado antes con los mecánicos del equipo.
Precisamente, ellos nos decían esa mañana que la mayoría de ciclistas habían optado por un plato compacto de 50/34, sobre todo para las subidas empinadas.
Después de observar y que nuestro filmmaker fotografiara los detalles de las 8 bicis elegidas para defender el liderato, nos pusimos en marcha. Desde el principio, en el kilómetro 11, comprobamos en directo que el pelotón iba a mil por hora.
Una carrera que, tal como pasaba toda la caravana ciclista, también lo hacían las motos con personal de la organización para retirar la cinta de seguridad de la carretera. Unos motoristas que forman parte de una extensa y completa organización que velan para que todo salga a la perfección.
En la siguiente parada, en el km 43 entre Marchena y Lanjarón, ya vimos la velocidad de crucero de una escapada formada por 24 ciclistas. Unos corredores que impresionaba verlos de cerca y que podían ir fácilmente a 35-40 km/h tan juntos.
Lo mejor estaba por llegar, en la tercera parada pudimos vivir puro ciclismo de montaña con un puerto de primera. En el Puerto de El Purche (8,9 km al 7,6%) por la vertiente de Monachil esperábamos a una escapada que venía desgastada.
La cara de un ambicioso Carapaz que venía por detrás lo decía todo: que dura era esa subida con pendientes del 7% de media a más de 800 metros. Momentos en los que uno se da cuenta de lo exigente que es este deporte. La locura se desató con un pelotón aun con unos 20 corredores. Ver a Roglic, Mas, Landa o el líder O’Connor a 1 metro de ti no tiene precio.
A 58 km de meta, Yates atacó en la primera subida al Alto de Hazallanas: 7,1 km al 9,5% y rampas máximas del 20%. Un estacazo ante los otros escapados en cabeza: Vine, y Gaudu que pudimos ver por el móvil para no perdernos ningún detalle.
Desde ahí hasta la meta fue una contrarreloj para el del UAE. Por detrás, fue un espectáculo y pudimos disfrutarlo desde la fiesta que tenía La Vuelta preparada en la zona de invitados en meta. Música, acrobacias y Coca-Cola en mano en un ambientazo en Granada armonizado por el siempre querido Jose Mari Guajardo.
Enric Mas, animado por la hinchada de casa, atacó a 28 km de meta. Mientras lo seguíamos todos desde meta escuchábamos de aficionados “Mas puede ganar la Vuelta” o “Mas es mejor que Roglic y O’ Connor”. Muy equivocados no andaban, ya que el mallorquín se distanciaba de los favoritos. Lástima que se saliera de la carretera tras salvar una caída.
Los granadinos esperaban agolpados a las vallas de meta para ver al triunfador del día. Un Yates que vimos feliz y satisfecho tras su valiente ataque. Por detrás, el pelotón entró a meta a toda velocidad después de un combativo Carapaz.
Al final no hubo diferencias entre Mas, Roglic, Landa, Lipowitz, C. Rodríguez y O’Connor que entró primero de todos para reafirmar que es el líder y que no será fácil arrebatárselo. Más tarde iban llegando el resto de ciclistas exhaustos traa una etapa infernal.
Mientras nos despedíamos de un día inolvidable, nos dimos cuenta otra vez de la rapidez y coordinación con la que la organización empezaba a desmontar todas las vallas y el montaje en meta. Como si se tratará de una contrarreloj. Era normal ya que el personal y los ciclistas tenían que coger un vuelo a las 20:00 h hacia Vigo para disputar una segunda semana apasionante en el norte.
Precisamente, nosotros también cogeríamos un vuelo, pero para Barcelona. Una vez en el aeropuerto, mientras esperábamos y asimilábamos lo ocurrido aquel día, tuvimos un regalo final e inesperado: nos encontramos con todos los equipos y la organización. Todos ellos cansados por el “etapón” que hicieron, pero con la felicidad de seguir en La Vuelta.
Sin duda, un fin de semana apasionante lleno de ciclismo gracias a la invitación de Decathlon y el equipo Decathlon AG2R la Mondiale que nos han dejado vivir en directo uno de los mejores eventos ciclistas. Además, hemos podido conocer el día a día del equipo, así como, diferentes aspectos como la mecánica, nutrición y el horario de la escuadra francesa.