Un avituallamiento completo. Las altas temperaturas, el calor, la humedad y las largas horas encima de la bicicleta en el Tour de Francia requieren una adecuada alimentación e hidratación. En concreto, a los ciclistas del Movistar no les falta de nada tanto sólido como líquido.
En cuanto a los productos sólidos, cuentan con una porción de arroz “crispy” y otra de “Specolos” que es alimento dulce, tal como afirmaba uno de los auxiliares, Juan Carlos Escámez, a través de una story de Instagram del equipo.
Respecto a los geles, el Movistar usa los de la reconocida marca de suplementos deportivos 226ERS. En este caso, 3 Geles High Fructose, dos de cereza y otro de plátano. Estos son esenciales, ya que incluyen maltodextrina y fructosa, en proporción 10:8 y 250 mg de sodio. Además, aportan 220 Kcal y 55 g de hidratos de carbono por gel, lo cual entra en la cantidad recomendada por los expertos de entre 50-60 gramos por hora a partir de los 45-60 minutos de ejercicio físico.
Los ciclistas para poder disponer de combustible para toda la etapa también disponen de un Isotonic Gel con ciclodextrina para conseguir esta liberación de energía prolongada. Un gel ideal con un alto aporte de hidratos de carbono (22 g) y 89 Kcal por gel.
También, otros dos geles de gelatina Hydra Jelly de plátano destinados a optimizar la hidratación y la recuperación de los ciclistas. Estos constan de glucosa y fructosa con una ratio 4:3. Además, cubre las exigencias de sodio al aportar entre 100 y 250 miligramos. Estos productos son muy utilizados porque proporcionan una solución práctica y efectiva durante y después del esfuerzo físico. Sobre todo después porque permiten una recuperación más rápida y efectiva gracias a su fórmula que incluye electrolitos y minerales.
En relación con la hidratación, la bolsa de avituallamiento incluye agua, un bidón de alimento y media Cocacola. Por último, una componente que nunca puede faltar es el hielo, que es oro puro para los ciclistas, los cuales se le ponen en la nuca o la espalda para refrescarse ante la elevada temperatura.
Sin duda, un avituallamiento que hace 30 años sería impensable y que demuestra la evolución de la nutrición en el ciclismo con nuevas formulaciones y suplementaciones. Todo con el objetivo de optimizar el rendimiento el ciclista durante y después de la competición.