La jornada de hoy en el Tour de Francia nos ha deleitado con una nueva exhibición del insaciable Tadej Pogacar. El esloveno se ha marcado -subiendo a la estación de esquí Isola 2000- una contrarreloj en solitario para arrebatarle lo que habría sido un merecido triunfo al corredor del Visma-Lease a Bike, Matteo Jorgenson que había arrancado a 14 km de la cima.
Por detrás, duelo de parejas de baile (con un resultado de tablas) entre Remco Evenepoel y Jonas Vingegaard, a la vez que un poco más atrás, Mikel Landa y Joao Almeida.
Una vez finalizada la etapa y han dado paso a las protocolarias entrevistas a los corredores, hemos sido testigos de una de las escenas más bochornosas de este Tour de Francia 2024, en la que el compañero de Pogacar en el UAE Team Emirates, Marc Soler, ha respondido de esta manera a las preguntas del periodista de Radio Televisión Española:
Con lo que ha hecho Tadej, ¿quedan muy pocas cosas por decidir?
No lo sé, quedan dos días y veremos.
¿Qué crees que puede pasar en la última etapa alpina?
No lo sé, veremos.
¿En el plan del UAE de hoy el plan era ganar la etapa (…)?
Sí.
El comentario del periodista Carlos de Andrés no se ha hecho esperar, “igual está enfadado conmigo o con nosotros, pero en fin es su problema…”
Twitter ha olido sangre y rápidamente se ha inundado de comentarios afeando la actitud de Marc Soler, e incluso apareciendo los primeros memes al respecto.
El propio periodista víctima del cabreo de Marc Soler, ha comentado lo sucedido en Twitter.
Todo el enfado del corredor afincado en Andorra parece ser que viene provocado -que tampoco se entiende para nada- por la equivocación de Carlos de Andrés ante la interpretación del episodio anterior -provocado nuevamente por Soler- en el que llamó “retrasado” a una moto que no le dejaba espacio para coger los bidones que luego él había de subir en un momento -en teoría- tenso de la carrera.
Una desafortunada actitud de un Marc Soler que a pesar de tenerlo todo de cara para celebrar un gran carrera (ayudando a que su líder conquiste su tercer Tour), se ha visto envuelto -por méritos propios- en una situación gratuita, evitable y totalmente innecesaria.
Una actitud que flaco favor le hace a él, a su equipo y al ciclismo en general.