El pelotón en un día de lluvia - Foto: F.Schmetz
Con lluvia mucha gente se queda en casa tirada en el sofá o prefieren hacer rodillo. Sin embargo muchos otros salen a rodar independientemente del frío o la lluvia que haga. Es normal que, con malas condiciones meteorológicas, dé más pereza salir a rodar, pero no es completamente excluyente.
Está claro que hay ciertas condiciones meteorológicas que pueden provocar que no salgamos a montar. Incluso los profesionales se retiran en algún momento, como ocurrió recientemente en la Flecha Valona.
Sin embargo sí hay ciertos consejos que pueden hacer más confortable y seguro el rodar cuando el asfalto está mojado o incluso si dan directamente lluvia. Aquí te dejamos algunos:
Ir seco sobre la bici es esencial para disfrutar de nuestro deporte preferido. Para ello será conveniente ir preparado para la lluvia, con diversas capas en función de la ruta que vayamos a hacer. Este sistema de capas permitirá adaptar nuestra vestimenta en función de las necesidades. Mientras no llueva podremos llevar la chaqueta o el chaleco guardado, mientras que si empieza a llover podremos usarlo incluso como cortavientos.
Además será conveniente que llevemos elementos reflectantes para hacernos más visibles a los conductores.
Los charcos evitan que sepamos la profundidad del socavón que puede haber en el suelo. Así pues será más conveniente pecar de prudentes de cara a evitar accidentes. Evitarlos siempre es una buena opción.
Tanto los coches como otros ciclistas pueden salpicarnos sin querer. De ahí que tengamos que estar especialmente atentos de coches y otros ciclistas de la grupeta.
Unas gafas transparentes serán muy útiles cuando llueve o la carretera está mojada. Con ellas evitaremos salpicaduras en los ojos que, más allá de ser molestas, pueden llegar a ser peligrosas, pues reduce nuestra visibilidad notablemente.
Aunque sea de día, lleva luces. Los coches tienen una menor visibilidad cuando llueve, por lo que es mejor hacernos visibles incluso cuando es de día. Además, cuando llueve suele reducirse la luminosidad por lo que será más importante si cabe el llevar luces, sobre todo traseras.
Si en condiciones normales es importante avisar al resto de compañeros de salida de ciertas incidencias en la carretera, en el caso de rodar con lluvia es más importante todavía. Un charco, un bache o la presencia de otro ciclista puede hacer que uno o varios componentes del grupo acaben teniendo un accidente.
Es muy habitual que con lluvia se corra con un poco menos de presión en las ruedas. En el caso de cámara y cubierta puedes bajar un bar de presión las ruedas. De hecho, por lo general es mejor llevar algo menos de presión en la rueda delantera pues debe soportar menos presión y mejora su agarre.
Si vas a salir en mountain bike el uso de un guardabarros será más que recomendable, tanto en la rueda delantera como en la trasera. Así evitarás salpicaduras que pueden llegar a ser muy molestas, así como que elementos como la transmisión acaben llenas de barro.
Las líneas son una trampa muy peligrosa para los ciclistas. Cualquiera que haya montado en bici sabe que son más resbaladizas que el asfalto, por lo que hay que prestar especial atención para no pisarlas en la medida de lo posible. Así evitaremos más de un susto.