Muchos nos habéis preguntado cuál es la tasa de alcoholemia máxima permitida cuando montamos en bicicleta. Porque no es raro que una salida con la grupeta acabe tomando una o dos cervezas a mitad de camino, o antes de llegar a casa, pero en ambos casos requiere de realizar algunos kilómetros tras la ingesta de alcohol.
Para responder a la pregunta hemos accedido a la norma de la Dirección General de Tráfico donde aparece de manera específica la cantidad de alcohol que puedes tomar. O mejor dicho, la tasa máxima legal que puedes tener en aire, pues como bien sabrás (o deberías saber) la misma cantidad de alcohol no implica la misma tasa en las mismas personas. De hecho depende de múltiples factores como el tiempo que pasa desde la ingesta de la bebida, el peso de la persona o incluso el metabolismo de cada individuo.
De manera literal desde la DGT apuntan que “La tasa máxima de alcoholemia de los conductores en general es de 0,5 g/l de alcohol en sangre o de alcohol en aire expirado superior a 0,25 miligramos por litro. Y esta tasa también afecta a los ciclistas, siendo obligatorio someterse al test de alcoholemia si fuésemos requeridos para ello”.
Absorción del alcohol y tasa de alcoholemia
Por otra parte es importante saber que tras ingerirlo, solo el 20-25% del alcohol se absorbe en el aparato digestivo y la mayor parte se absorbe en el intestino delgado. De ahí que la mayor concentración de alcohol en sangre se registre después de 30 – 90 minutos de su consumo.
Igualmente cabe resalta que la velocidad de absorción del alcohol puede verse afectada por los siguientes factores:
- Comida y bebida al mismo tiempo. “hacer cojín” retrasa la absorción del alcohol, aunque esto puede ser un arma de doble filo, pues termina absorbiéndose igualmente.
- Tipo de bebida. Tanto las bebidas destiladas como las mezclas con bebidas gaseosas se absorben antes que aquellas, como el vino, que no lo están.
- El tiempo transcurrido. Al inicio la absorción es más rápida.
- Tolerancia al alcohol. Los bebedores crónicos importantes absorben más rápidamente el alcohol que los abstemios
La bicicleta es más peligrosa
Es verdad que en bici no se suelen alcanzar las velocidades a las que suelen circular coches y motos. Sin embargo cabe decir que conducir una bicicleta no es tan seguro como otros vehículos por varias razones.
Por un lado es mucho más inestable debido a que solo dispone de dos ruedas, que además son mucho más finas que las de una moto. Además, como se dice habitualmente, nuestra carrocería es nuestro cuerpo, por lo que los daños no solo afectan a elementos materiales, sino que pueden terminar en lesión. Finalmente apuntar que cualquier elemento en la carretera es más susceptible de provocar un accidente a un ciclista, como por ejemplo las líneas blancas del pavimento, o cualquier bache por mínimo que sea.
Así pues, lo ideal es siempre que la tasa de alcoholemia sea 0,0, pero no por la multa (que puede ser realmente cuantiosa), sino por evitar el peligro.
