Desde el 17 de agosto defenderá su título en la Vuelta Ciclista a España y tratará de atajar lo que hasta ahora está siendo un año difícil. Pero sin agobiarse.
Lleva un año casi en blanco. Iba a ir al Tour, pero no pudo. El Covid le dejó en tierra. Tampoco corrió el Giro de Italia. Y, claro, esto no se puede ni comparar a 2023 donde, antes de ganar la Vuelta a España, fue 12 clasificado en el Tour de Francia y 14 en el Giro de Italia.
Igualito. Pero nada ni nadie apaga el buen humor de Sepp Kuss (29 años), que estos días busca afinar en la Vuelta a Burgos (que son cinco etapas).
Eso sí, ya ha avisado que si debe trabajar de gregario en el Visma durante la Vuelta no le importará en absoluto. “En este equipo tenemos grandes ciclistas y significa mucho para mí ganar con él y ayudar a que siga creciendo. Ganar está muy bien, pero la sensación que tengo cuando gana un compañero es casi la misma”.
Ante todo, Kuss es feliz de ser ciclista y de estar donde está que es la mejor forma de recuperar resultados en un año tan difícil. “Es importante tener la cultura de ganar”, insiste él, que se ha convertido en uno de los referentes del ciclismo norteamericano (Matteo Jorgenson, Brandon McNulty…)
“Vivimos un buen momento y ojalá haya carreras importantes en Estados Unidos, porque es lo más importante para que los nuevos talentos se desarrollen. Hay que aprovechar el momento del ciclismo norteamericano, que los talentos puedan foguearse y buscar buenos corredores que puedan ir a carreras como el Tour de Utah o la Vuelta a California y dar el salto a Europa”.
