El informe de la UEFA que pone en evidencia al Barça

Bartomeu, Grau y Abidal, en una concentración del Barça

Bartomeu, Grau y Abidal, en una concentración del Barça / Valantí Enrich

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Fútbol y economía van cada vez más de la mano. Goles y dinero son la clave del éxito. El deporte rey se ha convertido en un gran negocio global y en consecuencia es materia de análisis económico por parte de las consultoras mundiales. Hasta hace unos años, los datos que marcaban la magnitud de un club estaban en relación directa con el palmarés y los títulos conquistados. En el siglo XXI se tienen en cuenta también otros parámetros ya que cada día influyen más los aspectos financieros. Prueba de ello por ejemplo es la publicación anual de la Deloitte Money League, un ranking de clubs por ingresos económicos.

En el estudio de la temporada 2018/19, el FC Barcelona es líder destacado con 840,8 millones de ingresos, un 22% más que la campaña anterior, debido al cambio de enfoque comercial en la venta de merchandaising (asumen la gestión directa de las tiendas que antes llevaba Nike). En segundo lugar, con 757,3 millones  (83 millones menos que el Barça) figura el Real Madrid que solo creció un 1%. Completa el podio el Manchester United seguido del Bayern, PSG, City y Liverpool.

Esta semana se ha dado a conocer el informe que anualmente publica la UEFA, ‘The European Footballing Landscape’. Son cifras oficiales de la temporada 2017-2018 que salen de las memorias que los clubs envían al organismo continental. Los dos clubs españoles que lideran el ranking de ingresos figuran también como líderes en el ranking de la masa salarial que pagan a los jugadores. El Barça es el primer club del mundo que rebasa los 500 millones en contratos a los jugadores, concretamente 529, con un incremento del 40%. Esto significa el 77% de la facturación para pagar a los jugadores, 13 puntos por encima de la media de los clubs europeos. Recordemos que la UEFA computa este ratio para calibrar la salud económica de los clubs.

Un dato excesivo y preocupante. El Barça supera en 82 millones la masa salarial del Madrid, 431 millones, que supone el 57% de sus ingresos. El tercer club en el podio de los que más gastan en jugadores es el PSG. Sin duda, los contratos de Neymar y Mbappé explican que su plantilla sea más cara que las del United, Bayern y Manchester City. El actual campeón de la Champions, el Liverpool de Klopp, aparece en el séptimo lugar del ranking con un coste salarial de 298 millones, 231 menos que el Barça, una cifra para analizar y meditar.

Estos datos oficiales de la UEFA ponen en evidencia al Barça en el capítulo de los contratos con los jugadores. Han estirado más el brazo que la manga, tienen la plantilla más cara del mundo, comprometiendo el presupuesto. Una desviación difícil de reconvertir ya que los jugadores lo consideran un derecho adquirido. Este desmesurado coste salarial no se justifica ganando la Liga, solo tendría justificación si el Barça impusiera su ley en la Champions, cosa que no sucede desde hace cuatros años, 2015. El club que preside Josep Maria Bartomeu presume de líder en ingresos pero también es líder en salarios a los jugadores, un dato que compromete su gestión de futuro.