Opinión

El cese de Valverde fue en clave electoral

La llegada de Setién ha traído esperanza al club azulgrana

La llegada de Setién ha traído esperanza al club azulgrana / Valentí Enrich

De la misma manera que la salida de Ernesto Valverde se hizo de mala manera, hay que reconocer que Quique Setién ha entrado con buen pie, ha caído en gracia. Como él mismo reconoce con una sinceridad que se agradece, le ha tocado la lotería, ni en sus mejores sueños podía imaginar entrenar el Barça con el palmarés que tiene. La estrategia de traer a Xavi aprisa y corriendo salió mal, había urgencia para hacer el cambio en el banquillo y se buscó un entrenador con fama de cruyffista para relanzar un equipo que necesita ganar títulos para salvar a la directiva de Josep Maria Bartomeu.

El trasfondo de esta operación tiene un claro motivo electoral. Nunca en la historia del Barça se había cesado a un entrenador cuando el equipo era líder de la Liga y estaba vivo en competición internacional. Visto desde fuera puede sorprender que a mitad de temporada den el finiquito a Valverde cuando hay opciones de ganar los títulos importantes. Bartomeu justificó la decisión alegando que el equipo estaba en una dinámica negativa. El temor de la directiva es llegar al mes de junio sin títulos ya que en tal caso concluir su mandato, 2021, podría ser imposible. No en vano, los barcelonistas pueden plantearse si la temporada acaba mal una moción de censura que tendría muchos números para ser el final precipitado de Bartomeu.

El cese de Valverde a propuesta de Bartomeu que la directiva aceptó con agrado y sin oposición, fue en clave electoral. La mayoría ya proponía esta decisión el pasado verano. Estaban convencidos de que con Valverde las posibilidades de triunfar eran escasas y cualquier recambio podía ser mejor. La directiva sabe que juega con fuego, acepta el riesgo de quemarse y que todo depende ahora del marcador. Setién le ha dado una vuelta de tuerca al vestuario en menos de una semana, pero eso no garantiza que de golpe el equipo juegue mejor y encadene victorias. Será muy importante la dinámica de los primeros partidos, si el nuevo técnico arranca bien los jugadores ganarán una confianza que ellos también habían perdido.

A favor del nuevo entrenador hay que decir que tiene una empatía de la que carecía Valverde. Es positivo, entusiasta y rebosa felicidad. Hasta Messi sonríe a su lado en los entrenamientos. Se ha dado cuenta rápido de que la plantilla estaba excesivamente acomodada, que entrenaban poco y que había que estrechar sinergias con los jugadores. Una cena en Via Venetto es mas que un gesto, es una prueba de que busca la complicidad para elevar el nivel de exigencia. La entrada de Setién en Can Barça genera ilusión, veremos si esta noche se confirman los síntomas positivos no solo ganando al Granada, sino mostrando un estilo de juego que agrade a los socios. Lo que sí tenemos claro es que el nuevo técnico será valiente y cambiará muchas cosas, desde inercias viciadas al sistema de juego. Tiene mucho que ganar y poco que perder. Hasta ahora siempre ha dirigido a equipos modestos y esta es su oportunidad de oro. No hay que explicarle lo que manda Messi ni la fuerza de Piqué

En circunstancias normales Quique Setién no hubiese entrado nunca en una terna de posibles entrenadores del Barça, pero no por ello hay que dudar de su personalidad y experiencia. Una última consideración antes de su debut, los jugadores le tienen que ayudar mostrando una actitud entusiasta y una entrega total. Con Valverde vivían demasiado bien…