Sexto sentido

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Neymar Junior y su padre, a la llegada a la Audiencia Nacional

Neymar Junior y su padre, a la llegada a la Audiencia Nacional / sport

Carme Barceló

Soy de letras y más allá del número Pi, que es aquel 3,1416 que repetíamos y memorizábamos como el padrenuestro, pocas estructuras matemáticas más tengo fijadas en la mente. Pero sí soy capaz de multiplicar por bastantes ceros el nivel de hartazgo del vestuario del Barça en los últimos tiempos. Y si Luis Enrique asegura que a Neymar su tema con Hacienda le preocupa un 0,0001 es, en gran medida, por la estrategia de “bunkerización” de jugadores y cuerpo técnico. Conscientes de que en Madrid y aledaños van a convertir las idas y venidas de unos y otros a la Audiencia Nacional en un nuevo formato de periodismo deportivo, la plantilla se ha recubierto con varias capas más y ha endurecido la coraza. Mensaje único que emiten al exterior: “nosotros, a lo nuestro”. Y yo añado: “y ellos, a lo de los demás”. 

La autoprotección, la desconexión y la pérdida de cobertura ante uno de los escenarios más agrestes que les ha tocado vivir es la fórmula que, además de funcionar, bloquea al enemigo. Sabedor éste de que los elementos no futbolísticos juegan a su favor, contrarrestra los éxitos en pantalón corto exhibiendo hasta el aburrimiento imágenes con traje, corbata y abogado. Para nublar la clasificación que sitúa al Barça en el primer lugar de la tabla con un partido menos, obvian la información deportiva para centrarse en las carpetas de los jueces. Para multiplicar la figura de Zidane y su varita mágica de la ilusión, restan hasta la nulidad la figura de un Benítez que parece ser el responsable de todos los males, inclusive de los que van pasados de velocidad, de peso y de viajes a Marruecos. Para convertir la suma de cinco títulos indiscutibles en una ecuación de varias incógnitas, mezclan lo humano con lo divino, lo legal con lo deportivo y lo creíble con lo increíble. Ya no saben como elevar un número azulgrana a la máxima potencia negativa pero a ellos hace tiempo que no les salen las cuentas. ¿Será que multiplican por cero?