Tito Vilanova-Alberto Toril: De compañeros en el Celta a "enemigos" de Mourinho

Tito Vilanova y Alberto Toril jugaron juntos en el Celta de Vigo el curso 1994-95. En esa época ninguno de los dos habría imaginado que 18 años más tarde ambos estarían en el punto de mira de un entrenador portugués obsesionado. Se trata de José Mourinho.

El entrenador del Real Madrid le metió el dedo en el ojo al técnico blaugrana en la vuelta de la Supercopa de España 2011-12 y luego le menospreció en la rueda de prensa posterior al partido diciendo que no conocía a un tal "Pito Vilanova".

Alberto Toril también ha recibido lo suyo. El motivo, los jugadores del filial con los que no cuenta Mourinho a pesar de las bajas en defensa. Nacho juega de central en el Castilla y el preparador blanco quiere que juegue de lateral.

Toril no se mordió la lengua y respondió que Nacho “es un futbolista que puede jugar en cualquier sitio”. Y es que la relación de Mourinho con Toril está muy lejos de ser “normal”, como la califica el técnico del Real Madrid.

Desde finales de diciembre del año pasado, cuando Toril no cumplió con la orden de Mou de hacer jugar a Carvajal 60 minutos en un partido de Liga, la situación se tensó hasta límites insospechados. Hasta tal punto que Mou echó a Toril de un entrenamiento del primer equipo en Valdebebas, según el diario Marca.

Por tanto, Vilanova y Toril son dos ex compañeros con un enemigo en común. O mejor dicho al revés, un verdugo con dos víctimas que se conocen entre ellas.

Fue en la década de los 90. Tito Vilanova, que había destacado en el Figueres, estuvo tres temporadas en el Celta, donde jugó 29 partidos y marcó un gol. Fue en su último año en Vigo, un 30 de abril de 1995, en el Carlos Tartiere en un Real Oviedo - Celta (2-2).

Sin embargo, su protagonismo había bajado de un modo paulatino. La primera de las tres temporadas fue el mejor año del catalán vestido de celeste. Jugó 19 partidos de Liga y dos de Copa.

Después, ocho partidos más en dos cursos, donde no tuvo oportunidades con Chechu Rojo y Carlos Aimar, los entrenadores con los que coincidió en Vigo.

En su última campaña llegó Alberto Toril que había despuntado en la cantera del Real Madrid, precisamente la que ahora critica Mourinho. Toril fue cedido al Celta como parte del pago por Santiago Cañizares.

No obstante, al igual que Vilanova no dispuso de demasiadas oportunidades por parte de Carlos Aimar, en una temporada que siempre se recordará en Vigo por la crisis de los avales.